Ludai lanza una llamada de auxilio para que no desaparezca el servicio de atención temprana en la comarca

El equipo del CDIAT denuncia la falta de espacio y las consecuencias negativas de las nuevas directrices de funcionamiento de la Conselleria 

El Centro de Desarrollo Infantil y Atención Temprana de la Marina Alta (CDIAT) atraviesa momentos difíciles. La nueva normativa de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas pone en riesgo el buen funcionamiento de un servicio público que la asociación Ludai presta desde 2012, cuando consiguió la autorización oficial del centro y pasó a estar concertado con la Generalitat Valenciana. El número de sesiones anuales que se les exige y otros condicionantes que afectan a la atención personalizada e individualizada que ofrece a niños con algún trastorno del desarrollo o con riesgo de presentarlo, así como la falta de espacio para garantizar su calidad, han obligado a la asociación a pedir ayuda a las familias y a los ayuntamientos de la comarca ante el temor de que, si no se cumplen los requisitos que se les exigen, el convenio no se renueve a final de año y el CDIAT que gestionan, el único que existe en la Marina Alta, desaparezca.

El CDIAT atiende a población infantil (de 0 a 6 años), con sesiones dirigidas a los menores e intervenciones con sus familias y su entorno. La sede de Dénia, en un local alquilado por la asociación, se quedó pequeña hace ya tiempo y los profesionales que trabajan en el centro tienen que hacer “encaje de bolillos” para hacer frente a las limitaciones de espacio, según dijo la directora, Laura Llorca, en la reunión informativa del miércoles. En 2021 se abrió una extensión del centro en Benissa, gracias a la colaboración del Ayuntamiento de este municipio que cedió dos salas a Ludai. De este modo se acercaba el servicio a los usuarios de los municipios de la zona, 39 niños en la actualidad. No obstante, su continuidad está pendiente del visto bueno definitivo de Conselleria y por tanto “colgando de un hilo”, apuntó Llorca.

Una instrucción publicada en julio de 2022 regula el modo de trabajar de los CDIAT. En el caso de la Marina Alta, el centro ha de realizar 7.168 sesiones de atención a niños y niñas a final de año, lo que obliga a atender aproximadamente a 188 niños con los mismos profesionales y las mismas instalaciones que el centro tienen ahora. 

Desde que salió la nueva normativa, se ha pasado de 110 a 139 usuarios atendidos. Alcanzar los 110 “es difícil pero estamos dispuestos”, puntualizó la directora, quien advirtió no obstante de que los cambios van a afectar al servicio y a las familias. La instrucción fija por ejemplo que a las familias de nueva incorporación solo se les ofrezca una sesión semanal. En el caso de que se consideren necesarias dos sesiones a la semana, se ha de pedir autorización expresa a la Conselleria y un equipo, que todavía no está constituido, tendrá que dar su autorización. Todo ello crea incertidumbre en las familias y los profesionales, quienes además se sienten infravalorados “porque somos nosotros quienes valoramos cada caso y conocemos a los niños, sus familias y sus contextos particulares”.

El equipo del CDIAT -formado por 9 terapeutas y 2 administrativos- señaló en la reunión que doblar la ratio puede derivar en una desatención de las funciones e influir en la calidad del servicio. Planteó también cómo se van a atender otros requisitos marcados por la nueva normativa, que les obliga a tener más salas, más metros cuadrados y un baño más y denuncio las ambigüedades de un decreto, con fecha de marzo de 2023, contra el que han alegado

Tanto Laura Llorca como Mayte Cabrera, presidenta de Ludai, recordaron que la asociación ha luchado mucho para conseguir un servicio público comarcal de desarrollo infantil y atención temprana y pidieron la implicación de los ayuntamientos de la Marina Alta para que no se pierda. 

Representantes de varios partidos políticos presentes en la sala manifestaron su voluntad de abordar el tema con la asociación desde los ayuntamientos para garantizar la continuidad del CDIAT. Ahora bien, un centro nuevo y más grandes sería la solución a una parte del problema, matizó la directora, y no a la forma en que se ha planteado el servicio desde la administración autonómica.