Más allá del parto

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  09/05/2021

Las matronas acompañan a la mujer en todas las etapas de su vida, desde la adolescencia hasta la menopausia

 

El embarazo es una de las etapas más bonitas de la vida de una madre, aunque todavía a muchas mujeres parir les sigue plantando cara –solo con oír la palabra ponen el grito en el cielo-. Durante los meses previos al parto y también en las semanas posteriores, el papel de la matrona es fundamental. En ella se encuentra la respuesta a muchas preguntas, el apoyo y la tranquilidad necesarios para vivir esa experiencia de forma plena, hasta el punto de que entre ella y la madre se llega a crear un vínculo muy estrecho. La figura de la matrona, no obstante, va mucho más allá del nacimiento de un bebé. Ella acompaña a la mujer en todas las etapas de su vida, desde la adolescencia hasta el climaterio, bien sea para asesorar sobre el uso de anticonceptivos, hacer las pruebas para la detección precoz del cáncer de cérvix o informar sobre los cambios derivados de la menopausia. Es, por así decirlo, la mejor acompañante en momentos buenos y, también, en los no tan bueno.

Anna Magraner es la matrona del Centro de Salud de Pedreguer, a donde llegó en el año 2006. Desde que terminó la especialidad en 1984, ha trabajado siempre en la Primaria. Guarda muy buenos recuerdos de todos estos años de experiencia, entre ellos los de madres que no conseguían quedarse embarazadas y que al cabo de los años, cuando ya habían desistido en su empeño, aparecían de nuevo por la consulta anunciando su embarazo. Subraya que su trabajo “abarca toda la vida de la mujer”, y cita entre otras funciones las de informamos sobre anticonceptivos y enfermedades sexuales, orientar a la hora de planificar, las consultas previas y de control del embarazo y el postparto, curas en caso de cesárea, valoración de posibles problemas emocionales, seguimiento y asesoramiento en tiempo de lactancia… Y también el programa de prevención del cáncer de cuello de útero o las consultas en edad no fértil, sobre incontinencias, sequedad, etc. “En la matrona, las mujeres encuentran un alivio, un lugar donde contar donde desahogarse, alguien que les da confianza y seguridad”, explica. En la consulta “preguntan mucho y de todo”, asegura, “y yo las animo a preguntar, que para eso estoy”. Cita los talleres de educación grupal en el último trimestre del embarazo -en su caso, por tratarse de un centro pequeño el Ayuntamiento de Pedreguer les cede un local para desarrollarlos- y los de masaje infantil después del parto. “Ese es el mejor momento, la hora del masaje de los bebés, me encanta”, confiesa.

La semana laboral de Anna Magraner se completa yendo un día al hospital, a monitores. “Ese día paso por paritorio y subo a planta a ver a las mamás, por si alguna tiene alguna pregunta o dificultades con la lactancia para ayudarla”.

 

“INVERTIR EN SALUD”

 

En el Departamento de Salud de Dénia hay una matrona por cada Centro de Salud, dos en el caso de Dénia porque el volumen de población es más alto. La supervisora de matronas, Silvia Crespo, explica que durante la pandemia se ha hecho un gran esfuerzo para seguir ofreciendo todos estos servicios vía online, a través de zoom, telegram u otros soportes. “Ninguna madre se ha quedado sin atención y sin el apoyo necesario para aclarar sus dudas o preguntas”, asegura. El mérito es, en buena parte, del personal. Porque como ella dice, “en este departamento somos afortunados de tener gente muy comprometida”. 

Las matronas desarrollan también su labor en el hospital. Son ellas quienes atienden a las mujeres en el parto, siempre que este no presente problemas, y también en el postparto. Además, se las requiere también en las urgencias de ginecología y obstetricia, “y en el caso de las cesáreas, por ejemplo, estamos al lado de la mujer y la pareja”. 

La supervisora del Departamento de Salud insiste en el derecho de la mujer a acudir al parto acompañada y cita algunos de los logros que hicieron que el Hospital de Dénia obtuviese hace unos años la acreditación de Hospital Amigo de los Niños promovida por la OMS y UNICEF, que se pretende revalidar. Cita la humanización del parto, el contacto piel con piel tras el nacimiento o el fomento de la lactancia materna.

Silvia Crespo lamenta que haya todavía un desconocimiento bastante generalizado sobre el trabajo de la matrona, cuya formación pasa por cuatro años de estudios de Enfermería y una especialización posterior y a la que en muchas ocasiones se la sigue asociando únicamente con el parto. Recuerda que la matrona acompaña a la mujer en todos los momentos de su ciclo vital y sostiene que “invertir en matronas es invertir en salud”. 

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