Pego despide a la orden franciscana con el nombramiento como hijos adoptivos a los frailes Ismael Andrés y Àngel Talens

El Ayuntamiento de Pego ha organizado un solemne acto público para entregar el título de hijos adoptivos a los franciscanos Ismael Andrés y Àngel Talens, como últimos representantes de esta orden religiosa se despedirá del municipio en las próximas semanas. El nombramiento va aprobado por la Corporación Municipal en el plenario ordinario del 2 de julio después de la incoación del oportuno expediente en el reglamento de Honores y distinciones.

La ceremonia, desarrollada en el Cine Teatro Municipal, ha sido rodeado de una gran emotividad derivada del arraigo de los franciscanos en el municipio desde que se establecieron en 1664. Este aspecto ha sido resaltado por la concejala de Cultura, Laura Castellano en la introducción para incidir en la importancia de reconocer la labor didáctica, evangelizadora, deportiva, patrimonial, cultural y social que han asumido los miembros del orden franciscana primero al frente del Convent Vell en la actual plaza del Mercat y después en el construido en 1892 en la salida sur del casco urbano. Consideración que ha sido compartida con distintos matices de emotividad por los portavoces de los grupos políticos presentes en el acto. En esta dinámica el alcalde Enrique Moll, ha reconocido expresamente que “los frailes franciscanos como el padre Manresa, el padre Samuel, el padre Víctor, el padre Santiago o el padre Paco, han influido en mi forma de ser para luchar desde de la humildad y dar la cara como hacían ellos y me consta que ha sido un modelo exportable a muchos pegolinos”.

Por su parte, el padre Ángel como último guardián del Convent ha querido corresponder a la distinción en nombre del orden para evocar a la recíproca "lo mucho que Pego ha hecho también por los frailes". En esto ha abarcado la labor llevada por las personas particulares para la construcción de ambos edificios conventuales, mantenerlos y ornamentarlos junto a la iglesia de la Sagrada Família que dio paso a la creación de la parroquia homónima a partir de 1953, ya que, según ha dicho "la gente de Pego quería escuchar la palabra de Dios desde la experiencia de los franciscanos". Sin embargo, ha atribuido la próxima salida del orden al "proceso de descristianización de la actual sociedad que ya no hace necesaria nuestra presencia en el pueblo y la lleva a intentar tapar otros agujeros". Con ello ha dado las gracias a la corporación y al pueblo de Pego por el reconocimiento realizado tanto a su persona como a la del padre Ismael como extensible a  todos los miembros de la orden franciscana que se integraron en la vida social del municipio a lo largo de la historia.