Pie de atleta
EVA PÉREZ OLTRA (*)
El pie de atleta o tinea pedis es una infección micótica producida por hongos que puede afectar a los pliegues interdigitales, la planta o los bordes del pie. Es más frecuente en hombres que en mujeres y se ve tanto en niños como en adultos. El contagio se produce por transmisión directa de persona a persona, así como de superficies húmedas donde el hongo persiste por meses, tales como; piscinas, baños, duchas, toallas, alfombras, cuarteles, colegios, saunas, hoteles y gimnasios. El mantener el pie húmedo (sudor, por ejemplo) por tiempos prolongados y uso de calzado cerrado como las botas, aumenta el riesgo de aparición o permanencia de la infección, pues crea un ambiente cálido, húmedo y oscuro favorable para el hongo.
Síntomas:
El pie de atleta causa enrojecimiento y picor constante. Algunos casos pueden presentarse sin síntomas, excepto por la característica maloliente de la infección. Es frecuente ver también grietas, ampollas y escamas en el área afectada.
Causas:
El riesgo de contraer esta afección se incrementa si usted:
- Usa calzado cerrado, especialmente si es recubierto con plástico.
- Mantiene sus pies húmedos durante períodos prolongados.
- Transpira mucho.
- Desarrolla una lesión menor en las uñas o en la piel.
El pie de atleta es contagioso y se puede transmitir por contacto directo o por contacto con artículos tales como zapatos, calcetines y superficies de piscinas o duchas.
Tratamiento:
El tratamiento consiste en la utilización de un antimicótico, bien por vía oral o tópica para eliminar la infección.
Para prevenir el pie de atleta, siga estas medidas:
- Séquese completamente los pies después de bañarse o nadar.
- Use sandalias o chancletas en los baños y piscinas públicas.
- Cámbiese los calcetines lo más frecuentemente posible para mantener los pies secos; esto debe hacerse al menos una vez al día.
- Utilice talcos antimicóticos o de secado para prevenir el pie de atleta si es susceptible a contraerlo o si usted frecuenta áreas donde el hongo que lo causa es común (como los baños públicos).
- Use zapatos bien ventilados y preferiblemente hechos de un material natural como el cuero. Puede ayudar el hecho de alternar los zapatos cada día, de manera que se puedan secar por completo entre puestas. Evite los zapatos con revestimiento de plástico.
(*) Clínica Kines y Hospital La Pedrera.
.