Pilas cargadas

  28/01/2012

??INÉS ROIG (*)

Hay momentos del día o situaciones laborales o vitales en las que las personas reclaman un plus de energía porque se sienten especialmente agotadas ya sea física o mentalmente.
Sea un caso concreto o más crónico, cada persona va incorporando sus pequeñas estrategias para sentir que remonta ese bajón. Unos toman su dosis de café, otros té, hay quien prefiere los refrescos de cola o las bebidas energizantes, hay quien escoge tomar complejos vitamínicos o quien incorpora a su dieta un alga llamada espirulina.
Con una dieta equilibrada y un ritmo de vida menos estresante no sería necesario tomar medidas complementarias. Pero es un ideal no tan fácil de conseguir; así que no es ninguna barbaridad complementar la necesidad de energía en algunas ocasiones con complejos vitamínicos. Tampoco es una barbaridad tomar un café al final de las comidas. También hay quien decide empezar el día haciendo algún ejercicio para estar revitalizado.
Otra cosa es que estas fuentes complementarias se conviertan en un hábito. De manera concreta pueden servir siempre que no se abuse.
Café: Lleva sobre todo cafeína que aumenta la capacidad de estimular el sistema nervioso central, lo que hace que la persona se sienta con más energía, aunque su efecto es temporal. El exceso de cafeína puede provocar alteraciones en el sistema nervioso, ligeros dolores de cabeza e insomnio.
Té: La concentración de cafeína varía según el tipo de té y su elaboración. El té negro es el que puede tener más concentración de cafeína. Hay que tener en cuenta que el té dificulta la absorción del hierro que se consume a través de los alimentos, por lo que se aconseja tomarlo fuera del horario de las comidas.
Cacao: Combinado con el azúcar, estimula la segregación de serotonina, hormona relacionada con el bienestar, lo que equilibra el desgaste energético.
Ginseng: Estimula el sistema nervioso haciendo aumentar el rendimiento al aumentar la capacidad de concentración.
Espirulina: Ayuda a recuperar la forma física, la energía y la vitalidad. En algunas personas puede tener efectos secundarios como sed y estreñimiento.
Jalea real: Estimula, tonifica y reequilibra el sistema nervioso y mejora la oxigenación cerebral. Se recomienda en situaciones de exámenes o en competiciones deportivas.Se aconseja la ingesta de una ampolla por día antes del desayuno
Bebidas energéticas: Entre otras sustancias llevan cafeína, ginseng, guaraná, té verde y jalea real. Estas bebidas no son adecuadas para consumir de manera habitual, pues están más pensadas para situaciones de rendimientos físicos excepcionales.
Complejos vitamínicos: No hay muchas diferencias entre unos y otros. Todos llevan un montón de vitaminas y minerales. Se deben consumir de forma esporádica ante situaciones de cansancio generalizado.
Ejercicio físico: Ayuda a fortalecer los órganos y mantener los sistemas internos funcionando en buen estado. Fortalece el corazón, los músculos y ayuda a sentirse mejor. Un paseo ligero durante 20 minutos es suficiente para revitalizar el organismo.
Si nos alimentamos de manera adecuada y sin exceso de toxinas nos permitirá un buen proceso de digestión y asimilación, permitiéndonos funcionar mejor en general, que nuestros estados mentales y emocionales sean más positivos y creativos.
Cuando la actividad física o mental se lleva al límite, existe el riesgo de producir una gran perdida de energía vital y es entonces cuando empiezan a aparecer los síntomas de enfermedad. Es mejor cambiar los ritmos antes que el cuerpo reclame un descanso, es necesario un cambio de actitud. Aunque un café a mediodía en una terracita también sienta muy bien. Y la ilusión de tomarlo también.

(*) Farmacéutica

 

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