Que no te tomen más el pelo con la “operación bikini”
INÉS ROIG (*)
Consigue una tripa plana en unos pocos días. Eleva los glúteos sin apenas moverte. Marca abdominales mientras duermes. Descubre los entrenamientos con los que quemarás la grasa de las cartucheras... ¡en cinco minutos!
Queda inaugurada oficialmente la temporada de las promesas más ridículas, ésa en la que muchos se aferran a los regímenes milagrosos y el ejercicio -sin planificación- como si fueran los únicos salvavidas en medio del océano.
Es físicamente imposible que marques “six pack” en 100 días. Si empiezas hoy mismo, y perseveras, probablemente lucirás tipazo... ¡en verano de 2018! Así que lo mejor es ser práctico y esforzarte en obtener la mejor versión de ti mismo sin esperar grandes cambios.
Olvídate de machacarse con agotadoras sesiones de ejercicio aeróbico (correr, bicicleta, nadar...). Si quieres mantener la báscula a raya, bajar de peso o simplemente quedarte cómo estás, lo que tienes que hacer es caminar, moverse un poco más y... ¡ponerte cachas! Nos obsesionamos con perder kilos cuando lo que deberíamos hacer es concentrarnos en ganar masa muscular. ¿Por qué? El músculo no sólo tiene una función estructural, también desarrolla una importante actividad endocrina: participa en el lanzamiento al torrente sanguíneo de ciertas hormonas que repercuten en el gasto calórico. Es decir, cuanto más musculado estés, más calorías consumirás, incluso en reposo.
Porque intentar perder peso sin ganar masa muscular es uno de los grandes errores que cometen aquellos que se pasan la vida luchando contra la báscula: Es un círculo vicioso. Adelgazan sin tonificar con rutinas cardiovasculares muy intensas. A medio plazo es peor porque, al perder tamaño muscular, se ve reducida su función endocrina y ganan peso con más facilidad.
La prueba más contundente de que esto es así la tenemos delante de nuestras propias narices. ¿Por qué a los 20 años comíamos de todo sin engordar y a partir de cierta edad cualquier cosita de nada nos hace brotar el michelín? Porque, pasados los 30, comenzamos a perder masa muscular, que es la que tira de nuestras reservas de grasa. Esta penosa realidad explica uno de los grandes misterios de la humanidad: ¿por qué no estoy igual si peso lo mismo? Pues porque sus kilos de antes eran de músculo y ahora se han convertido en grasa. Una lástima, pero todo tiene remedio en esta vida. O casi todo.
El objetivo debe ser buscar una pérdida de volumen en general porque la reducción en una sola zona es uno de los grandes mitos del fitness. Por más que nos empeñemos en tonificar un punto localizado, no vamos a quemar la grasa localizada.
En cualquier caso, y siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se aconseja realizar 50 minutos de ejercicio moderado semanales: 30-60 minutos de actividad moderada, cinco días a la semana o 20-60 minutos de vigorosa tres días. Y no sobrepasar los 300 minutos.
La dieta obviamente juega un papel esencial en esta misión imposible de afinar nuestra silueta en un tiempo récord: Es fundamental restringir las calorías y que las que consumamos sean de mucha calidad. Si lo hacemos y, a la vez, aumentamos el gasto de energía, lograremos perder peso de una forma gradual.
Así que ya lo sabes, que no te tomen el pelo. Los milagros no existen. Eso sí, siempre te quedará la opción -bastante recomendable- de aprovechar la excusa de la operación bikini para arrancar de una vez por todas y adoptar un estilo de vida más saludable.