Queso de leche cruda y embarazo: una ecuación imposible
Dr. MARIANO MARTÍN-LOECHES DE LA LASTRA (*)
La leche y los productos lácteos proporcionan abundantes beneficios nutricionales. Pero la leche cruda también puede albergar microorganismos peligrosos que representan riesgos graves para la salud.
La leche cruda es aquella que proviene de las vacas, ovejas o cabras y que no ha pasado por el proceso de pasteurización para matar las bacterias dañinas. Puede contener bacterias peligrosas como Salmonella, Escherichia Coli y Listeria, que son las responsables de causar numerosas enfermedades transmitidas por los alimentos.
Estas bacterias dañinas pueden afectar gravemente la salud de cualquier persona que beba leche cruda o consuma alimentos preparados a partir de ella. Sin embargo, los microorganismos de la leche cruda pueden ser particularmente peligrosos para las personas con sistemas inmunitarios debilitados, los adultos mayores, las mujeres embarazadas y los niños.
La pasteurización es un proceso de calentamiento de la leche a una temperatura específica, durante un período establecido, que destruye las bacterias perjudiciales. La pasteurización, creada por Louis Pasteur en 1864, destruye los microorganismos nocivos responsables de enfermedades como listeriosis, fiebre tifoidea, tuberculosis, difteria y brucelosis.
La investigación no muestra diferencias significativas en los valores nutricionales de la leche pasteurizada y no pasteurizada. La leche pasteurizada contiene niveles bajos de bacterias no patógenas que pueden descomponer los alimentos, por lo que sigue siendo importante guardarla en el refrigerador.
Aunque la pasteurización ha ayudado a brindar leche y quesos inocuos y ricos en nutrientes durante más de 120 años, todavía hay algunas personas que creen que la pasteurización daña a la leche y que la leche sin pasteurizar es una alternativa segura y más saludable.
Aunque la mayoría de las personas sanas se recuperarán rápidamente de las enfermedades causadas por las bacterias perjudiciales de la leche sin pasteurizar (o de los alimentos elaborados con esta leche), otras pueden presentar síntomas crónicos, graves o, incluso, que pongan en riesgo la vida.
Las mujeres embarazadas corren graves riesgos de enfermarse a causa de la bacteria Listeria, que puede producir la pérdida del embarazo, la muerte o enfermedades del feto, o la muerte del recién nacido. Si estás embarazada, consumir leche sin pasteurizar o sus alimentos derivados (por ejemplo, queso estilo mejicano como queso blanco o queso fresco) puede dañar a su bebé, aun si no se siente enferma.
Es seguro comer.
- Crema o leche pasteurizada.
- Quesos duros como el cheddar y quesos de rallar extra duros como el parmesano.
- Quesos blandos como Brie, Camembert, quesos de pasta azul y quesos blandos, estilo mejicano como el queso fresco, el Panela, el Asadero y el queso Blanco hechos con leche pasteurizada.
- Quesos procesados.
- Crema, ricota y queso cottage o requesón elaborados con leche pasteurizada.
- Yogur hecho con leche pasteurizada.
- Flan hecho con leche pasteurizada.
- Helado o yogur helado hechos con leche pasteurizada.
No es seguro comer.
- Crema o leche no pasteurizada.
- Quesos blandos como Brie, Camembert y quesos blandos estilo mejicano como el queso fresco, el Panela, el Asadero y el queso Blanco hechos con leche no pasteurizada.
- Yogur hecho con leche no pasteurizada.
- Flan hecho con leche no pasteurizada
- Helado o yogur helado hechos con leche no pasteurizada.
Tomarse unos minutos para asegurarse de que la leche que va a consumir esté pasteurizada o que un producto no esté hecho con leche sin pasteurizar puede protegerte de enfermedades graves.
(*) Especialista en Ginecología y Obstetricia.