Salud/ ALEJANDRO SAN MARTÍN ÁLVAREZ (*): La Fibromialgia afecta en España, al 2,4% de adultos y a entre el 1 y el 2% de la población infantil
La fibromialgia (FM) es un cuadro de dolor crónico fundamentalmente localizado en el aparato locomotor, que se acompaña de múltiples manifestaciones clínicas que afectan a otros órganos y sistemas como el cardiovascular, intestinal, neurológico, etc. En 1992 la Organización Mundial de la Salud la reconoció como enfermedad, y un año después comenzó a conmemorarse cada 12 de mayo el Día Mundial de la Fibromialgia. Pese a ello, la controversia en relación con su diagnóstico sigue estigmatizando a la enfermedad y a quienes la padecen. Quizás, la controversia es por la negativa a verla como una entidad definida. Se considera un proceso continuo, sin un claro punto de corte que la separe del estado saludable del paciente y, de manera errónea, se piensa en la patología casi como una agrupación artificial de un conjunto de síntomas muy frecuentes (dolor articular, cansancio, cefaleas…).
Se trata de un proceso cambiante que por la mañana puede presentar molestias en brazos y a lo largo del día sentir que el dolor se va desplazando hacia miembros inferiores. Además, se suman otros síntomas como el cansancio intenso, alteraciones del sueño, rigidez matutina con sensación de falta de descanso nocturno, alteraciones de la esfera cognitiva (falta de memoria y de concentración), trastornos digestivos (diarrea, dolor abdominal, dispepsia), cefaleas y ansiedad o depresión”.
¿Qué puede desencadenar la fibromialgia?
Aunque no se conocen exactamente las causas por las que se desarrolla la enfermedad, la teoría más aceptada es una desregulación de los neurotransmisores del sistema nervioso. Se han encontrado numerosas alteraciones en las moléculas implicadas en la transmisión del estímulo nervioso y, lo que es más sugerente, algunos fármacos que actúan sobre determinados neurotransmisores elevando sus valores, o que manteniendo durante más tiempo su acción mejoran el cuadro clínico. Esto se traduce, por un lado, en una alteración de los mecanismos de procesamiento del dolor, responsables de uno de los síntomas más relevantes de esta enfermedad y, por otro, actuando sobre otros sistemas, conduce a la aparición de múltiples manifestaciones clínicas del cuadro clínico.
En cuanto a los factores desencadenantes se cuentan cualquier situación de estrés físico o emocional como infecciones, cirugías, traumatismos. Sobre la raíz o consecuencias psicológicas de la FM, esta cuestión sigue sin respuesta en la actualidad: el dolor crónico y el cansancio producen depresión y ansiedad; y también es cierto que un subgrupo de estos pacientes está diagnosticado previamente de ansiedad o depresión.
El largo camino hasta el diagnóstico
La prevalencia de la Fibromialgia en la población española mayor de 18 años es del 2,4%, con una relación mujer-varón de 20:1. La edad media del diagnóstico ronda los 47 años, pero desde el comienzo de los síntomas hasta realizar el diagnóstico pueden pasar hasta 7 años. Se observa además un riesgo de padecer la enfermedad hasta 8 veces superior entre los familiares de los pacientes ya diagnosticados”.
El retraso en el diagnostico se debe, en parte, a que no existe una prueba clínica contrastada y a que la enfermedad suele comenzar con síntomas inespecíficos que se van complicando y asociando a otros más complejos a lo largo de meses o años, lo que provoca que la expresión completa de la enfermedad tarde tiempo en instaurarse. Por todo esto, el diagnóstico se realiza exclusivamente mediante el estudio clínico del paciente, donde los síntomas antes mencionados son coincidentes en la mayoría de ellos en su primera visita que, sumado a la característica presión dolorosa en determinadas zonas de inserción de músculos y ligamentos, no puede probarse que sea patognomónica de fibromialgia con ninguna prueba analítica o de imagen a día de hoy.
Mujeres y niñas, las principales afectadas
Diferentes estadísticas sobre la FM indican que hasta un 80% de los afectados son mujeres. Esta alta incidencia: la demuestran los estudios sobre el papel que juegan las hormonas, especialmente, el sistema neuroendocrino por medio del eje hipo-tálamo-hipófisario-adrenal y las hormonas femeninas, que han mostrado ciertas alteraciones que pueden tener relación con su mayor expresión en el sexo femenino. La enfermedad se puede expresar también en niños, con una prevalencia estimada del 1-2% de la población infantil, según algunos estudios. El predominio femenino se da también en Pediatría, hasta en un 93% de los casos, con una edad de aparición entre los 11,5 y los 15 años.
Si bien no existe actualmente un tratamiento curativo, las estrategias médicas van dirigidas a mejorar los síntomas y mantener el proceso controlado. Se basan fundamentalmente en tres modalidades terapéuticas: algunos fármacos, la realización de ejercicio físico aeróbico y la terapia cognitivo-conductual (TCC). La combinación simultánea de estas, en forma de tratamiento multidisciplinar, se está́ imponiendo como la opción que mayores beneficios aporta al paciente. Es necesario destacar la importancia de unos hábitos de vida saludables, que empiezan con una dieta equilibrada, ejercicio físico aeróbico (natación, bicicleta, danza o gimnasia) al menos 4-5 veces a la semana y evitar tóxicos como tabaco o alcohol. El soporte psicológico a través de la terapia cognitivo-conductual combina técnicas de entrenamiento en acondicionamiento clásico y operante, aprendizaje observacional, estrategias de solución de problemas, habilidades de afrontamiento, relajación y control.
Como conclusión, es crucial un entorno familiar y laboral favorable y de apoyo al enfermo, que entiendan y comprendan cómo se comporta la FM para poder ayudarle. Frases frecuentes como siempre estás cansado o siempre te duele todo, tienen alta carga negativa y empeoran el pronóstico. Recomendamos al paciente que venga con familiares a la consulta, para poder explicarles qué es la enfermedad y sus síntomas. Es importante la concienciación social y dar a conocer la fibromialgia con rigor científico.
(*) Reumatólogo de HLA San Carlos.