Sexo, elixir de juventud
??INÉS ROIG (*)
Tras varios años de estudio analizando a individuos de diferentes edades se ha comprobado que las personas de entre 40 y 50 años que mantienen una media de tres relaciones sexuales a la semana se conservan más jóvenes y pueden llegar a aparentar menos edad de la que realmente tienen. Además, los resultados son similares tanto para hombres como para mujeres.
Tener una vida sexual activa (dos o más relaciones a la semana) reduce a la mitad el riesgo de mortalidad por infarto. El sexo es un excelente ejercicio aeróbico, ya que aumenta los latidos del corazón y bombea oxígeno por todo el cuerpo, lo cual mejora el sistema inmunológico, aumenta la circulación sanguínea y mantiene físicamente en forma. La genética es responsable en un 25% de la apariencia juvenil de una persona madura, el 75% restante se debe a los hábitos de cada uno, y ahí la actividad sexual juega un papel esencial.
Los beneficios en los que se traduce una actividad sexual frecuente son entre otros que suaviza la piel, evita arrugas y manchas, elimina impurezas de la tez, mantiene el cerebro ágil y ayuda a prevenir el Alzheimer, aumenta las conexiones neuronales, mejora el sistema cardiovascular, reduce el estrés y la ansiedad proporcionando un bienestar físico y emocional generalizados.
No se trata de dar la vida eterna, solo faltaría eso, sino que hace sentirse a la persona más joven y activa ya que, además de ser un buen ejercicio físico tiene una gran incidencia en el bienestar personal. Es importante mantener una sexualidad activa y positiva, además de practicar ejercicio, comer sano y tener hábitos de vida saludables.
Cuando una persona está deprimida o estresada las defensas no están en las mejores condiciones y puede haber un mayor número de resfriados, aparición de herpes o enfermedades oportunistas. En cambio, cuando alguien tiene una vida sexual activa y placentera su sistema inmunitario se fortalece.
Cuando alguien esta estresado tiende a no tener relaciones sexuales, cuando lo recomendable es justamente lo contrario. La frase “me duele la cabeza” no es una excusa adecuada para no practicar sexo. Cuando estamos estresados, el riego sanguíneo disminuye y esto provoca dolor de cabeza, el sexo lo soluciona incrementando el riego sanguíneo. No hay que dejar que la situación económica influya, ni los factores emocionales tampoco. Está comprobado que una vida sexual activa refuerza la confianza, aumenta la sensación de “sentirse vivo” y el bienestar emocional.
La frecuencia sexual no es la misma al inicio de una relación que tras una larga convivencia. Influyen dos variables: la energía sexual y el atractivo del sujeto amoroso. Cuando se dan los dos factores la frecuencia es óptima, pero las parejas estables con el tiempo entran en lo que se denomina sexualidad homeostática. Lo que marca la pauta ya no es el plus del enamoramiento porque ya estás habituado a el, sino la canalización de la energía sexual, aquí hay que buscar la confluencia del nivel de energía sexual de cada miembro de la pareja. De hecho, alrededor del 60% de las parejas de más de diez años de convivencia mantienen relaciones entre una y dos veces por semana.
Si este es su caso, no pierda la esperanza ya que en realidad el beneficio no está tanto en la frecuencia como en la calidad de la relación. Sin duda, beneficia más una relación placentera que dos sin ganas.
(*) Farmacéutica