Tomar ibuprofeno podría causar quemadura solar
INÉS ROIG (*)
Una de las dudas que ha sido trending topic estos días es si usar geles hidroalcohólicos podría aumentar el riesgo de quemadura solar. Es cierto que el alcohol es un compuesto irritante que, aplicado sobre la piel y unido a la radiación ultravioleta, forma un cóctel poco recomendable. Pero, no debemos olvidar que hay otros compuestos, entre ellos un buen número de medicamentos de uso común, que sí pueden originar quemaduras en combinación con el sol y de los que nadie se preocupa tanto.
A la hora de preguntar sobre las precauciones antes de tomar un fármaco nos suele preocupar si hay que hacerlo con el estómago lleno o vacío. Si nos dará sueño o nos dará alergia. Si interactúa con otros fármacos o con el alcohol. Pero las interacciones de los fármacos con el sol son las grandes olvidadas.
Los medicamentos fotosensibles no se llevan bien con el sol. La luz puede alterar sus propiedades y el medicamento no solo puede perder eficacia sino también generar compuestos tóxicos. Desde la industria farmacéutica se toman medidas para preservar estos fármacos de la luz como, por ejemplo, envasarlos en los frascos de color topacio o en blísters de papel de aluminio.
Los medicamentos fotosensibilizantes son aquéllos que no se llevan bien con el sol pero, a diferencia de los fotosensibles, en esta ocasión los grandes perjudicados no son ellos sino nosotros mismos. Estos medicamentos se caracterizan por ocasionar reacciones fototóxica. Estas reacciones aparecen en pocos minutos o en unas horas. Su aspecto es el de una quemadura con ampollas que suelen aparecer en el mismo lugar donde ha incidido el sol.
A diferencia de las reacciones fototóxicas, en las reacciones fotoalérgicas interviene el sistema inmunológico. La radiación es capaz de convertir el fármaco en un alérgeno culpable de la aparición de enrojecimiento, picor y manchas similares a las de una urticaria. Estas reacciones son más frecuentes con cremas y pomadas y los síntomas aparecen, entre 12 y 72 horas tras la exposición. En este caso, curiosamente, la reacción puede aparecer en otra parte del cuerpo diferente a aquella donde ha incidido el sol.
Son fármacos fotosensibilizantes, por ejemplo: antiinflamatorios como ibuprofeno, antibióticos como azitromicina, anticonceptivos orales como estradiol o levonorgestrel (la píldora del día después), antihipertensivos como enalapril, antiulcerosos como omeprazol, medicamentos para bajar el colesterol como simvastatina o atorvastatina o psicofármacos como el diazepam, entre otros.
Aplicar el fotoprotector adecuado, en cantidad necesaria y con la frecuencia suficiente es la clave para evitar la quemadura solar. Y si esto es fundamental en condiciones normales, más aún cuando hablamos de evitar una reacción fototóxica o fotoalérgica. Además no debemos exponernos directamente al sol.
Además de los fármacos hay numerosos compuestos como los perfumes, que también pueden provocar este tipo de reacciones no deseadas.
Ante la duda, consultemos siempre con nuestro farmacéutico sobre las posibles interacciones de nuestra medicación con el sol.
(*) Farmacia Las Marinas.