Traumas Dentales (II)

 DIANA GONZÁLEZ GANDIA (*)

Si ante un golpe tu diente salta de tu boca, ¿qué hacer?
 Si un diente definitivo sale entero de tu boca (avulsión dentaria) has de conservar la calma, busca el diente, recoge el diente, sujetando por la corona, intentando no tocar la raíz. Lava el diente con suero fisiológico o agua ¡Nunca uses jabón, raspes o cepilles la raíz! y por último tienes que acudir urgentemente a un dentista infantil, preferiblemente antes de una hora, llevando el diente en un vaso con suero fisiológico, agua o leche, también podrías llevarlo en tu boca junto a la mejilla. Si no te fuera posible acudir al dentista en la primera hora deberás colocar de nuevo el diente en su sitio dentro de la boca asegurándote que está en la posición correcta.
 Una vez en la clínica dental el dentista deberá reimplantar ese mismo diente y ferulizar al resto de los otros dientes para inmovilizarlo. El paciente debe evitar comer bocadillos y cosas duras que puedan perjudicar el tratamiento, por lo tanto se ha de seguir una dieta blanda y aumentar el consumo de líquidos. Se debe dar una profilaxis antibiótica y antitetánica para evitar una infección producida por los gérmenes mientras ha estado por el suelo.
 La avulsión de los dientes permanentes es más común en la dentición joven pero dominantemente en los grupos de edad comprendidos entre los 7 y 10 años, cuando los incisivos permanentes están en periodo de erupción, en que la formación radicular del diente todavía no se ha completado. En tales circunstancias, aun los impactos horizontales leves pueden dar por resultado la dislocación total del diente.
 Medidas preventivas ante los traumas dentales:
 Existen factores predisponentes a que ante un traumatismo se produzca una lesión dentaria, como son la existencia de mordida abierta (los dientes superiores e inferiores no llegan a contactar). Y protrusión de incisivos (dientes salidos hacia delante) con sellado labial insuficiente (niños que no acaban de cerrar bien los labios) en estos casos la lesión dentaria es de 2 a 5 veces más frecuente.
 Teniendo en cuenta estos múltiples causas es posible entender porqué resulta tan difícil establecer unas medidas preventivas. No obstante es posible proteger a ciertos individuos que corren mayor riesgo de sufrir estos accidentes.
 En niños con protrusión o mordida abierta realizar un tratamiento ortodóncico precoz. También es importante enseñar al niño a que mantenga los labios juntos cuando vea que va a caer para proteger los dientes y mejor aún que sea capaz de poner las manos y no la cara ante un golpe.
 En la practica de deportes, sobre todo de contacto, han demostrado ser muy eficaces los protectores bucales.

(*) Odontóloga. Cirugía e implantología. Clínica Dra. Gandía.