Una apisonadora a caballo del ayer y del hoy

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  03/04/2021

 

La vieja máquina restaurada por el alumnado de Automoción y Asetrama luce en el Bosc de Diana

 

El pasado industrial de la ciudad, que ha sido dejado tan de lado y cuyas huellas se ahogan en el olvido, saca de vez en cuando la cabeza para recordarnos que somos lo que somos por lo que fuimos. Desde la semana pasada, luce a la entrada del Bosc de Diana una extraña máquina que, sea por las formas o por el color, es a la vez atractiva y curiosa y no deja de llamar nuestra atención. Son pequeñas muestras de un pasado reciente -el agrícola y el industrial- en una Dénia que lucha por abrirse paso entre tráfico y cemento. Comprometida con los ODS y la defensa de los mares, tiene todavía una deuda pendiente con la ciudadanía: el acondicionamiento de su gran parque urbano, del que todos conocemos el nombre pero que dista mucho de ser una realidad. La máquina en cuestión es una apisonadora adquirida en el año 1960 por la Hermandad Sindical de Labradores y ganaderos de Dénia, cuando todavía la agricultura tenía un peso importante en su economía, para el arreglo de los caminos agrícolas del municipio. Recientemente restaurada, la vieja apisonadora parece querer unir el eco de una actividad que cayó en el más absoluto abandono con un presente y un futuro en los que nos replanteamos no solo hacia dónde vamos sino también hacia dónde queremos ir.

 La apisonadora representa mucho más. La Asociación de Talleres de Reparación de Automóviles y afines de la Marina Alta (ASETRAMA), que agrupa a los talleres y concesionarios de la comarca, propuso al Ayuntamiento de Dénia en 2019 la restauración estética de la máquina para que pudiese ser exhibida como muestra del patrimonio industrial de la ciudad. En el proceso se implicó al alumnado y profesorado del Departamento de Transporte y Mantenimiento de Vehículos del IES Maria Ibars, que se encargó de realizar la puesta a punto. Con un año de retraso -también aquí se ha dejado notar el efecto de la pandemia-, la vieja apisonadora era trasladada el jueves 25 de marzo al Bosc de Diana. El traslado fue toda una aventura y no estuvo exento de expectación, especialmente a la salida del instituto.

Su nueva ubicación, junto a la entrada a la zona verde urbana que da acceso al Centro de Interpretación del Parque Natural del Montgó, fue elegida por el Ayuntamiento.

EN ACTIVO HASTA 1997

Detrás de la restauración de la apisonadora, hay mucha historia. Su compra fue aprobada en diciembre de 1960 por importe de 492.000 pesetas a una empresa ubicada en Madrid dedicada a la fabricación y comercialización de maquinaria para obras públicas. Se haría cargo de su conducción Agustín Zaragoza Martí, componente del cabildo de la Hermandad de Labradores. En 1964, según han averiguado los miembros de Asetrama, se sustituyó el motor porque daba problemas por un funcionamiento irregular. El viejo motor Baudouin de la serie DB2 de dos cilindros fue sustituido por un motor Perkins modelo HL de 1.500 rpm, que sigue instalado actualmente.

Con la extinción de las hermandades sindicales, en 1977, la apisonadora pasó a formar parte del inventario de la Cámara Agraria Local de Dénia. Estuvo en activo hasta la década de los 80. Al disolverse las cámaras agrarias, su patrimonio pasó a ser custodiado por el Ayuntamiento. En 1985, fue restaurada y puesta en servicio por el alumnado del Departamento de Automoción del antiguo Instituto Nacional de Formación Profesional de Dénia para el departamento de Obras y Servicios del Ayuntamiento. La máquina volvía a funcionar y su conducción fue adjudicada al funcionario José Antonio Vives Pastor, conocido como Pepe El Pandago. Fue retirada definitivamente del servicio en 1997 y después fue olvidada en un rincón.

            Curioso es que su nueva puesta a punto haya corrido por cuenta de quienes le dieron una segunda vida y por partida doble: muchos de ellos eran entonces profesores o alumnos de automoción y forman ahora parte de Asetrama; y los otros, son ahora estudiantes de formación profesional o docentes en el mismo centro, reconvertido desde hace ya años en el IES Maria Ibars. No es casualidad, fue la asociación la que quiso rescatar del olvido la vieja máquina, cuyo estado era lamentable y que luce hoy una maravillosa imagen.

            La restauración de la apisonadora es una acción más del acuerdo de colaboración alcanzado entre Asetrama y el IES Maria Ibars. Este se plasma en conferencias, prácticas del alumnado, el uso de las instalaciones del centro por parte de los asociados para algunas actividades y otras iniciativas que tienen también, entre sus fines, facilitar la inserción laboral de los estudiantes y mejorar su formación. “Es un toma y daca, un acuerdo bidereccional”, explica Guillermo Bellot, que fue profesor de Automoción en el centro e impulsor de la asociación.

            Asetrama se creó a consecuencia de la interacción y la relación que surgió entre mecánicos autodidactas y exalumnos del instituto a raíz del proyecto de inserción laboral del alumnado puesto en marcha por el departamento de Automoción del IFP Dénia en el curso 1981-1982. Esa relación se fue fortaleciendo con el tiempo y en el año 2002 dio pie al nacimiento de la entidad, que arrancaba su andadura con una quincena de asociados. Actualmente agrupa a 53 talleres de toda la comarca.

Entre otras funciones, Asetrama da asesoramiento a sus socios a niveles fiscal, laboral, jurídico y técnico. Está integrada en la Federación Española de Empresarios Profesionales de Automoción (Conepa) y su presidente es Francisco Bolufer García, un exalumno de formación profesional que regenta un taller de reparación de automóviles en Xàbia.

            Para Guillermo Bellot la mayor satisfacción es haber conseguido que la asociación saliese adelante con profesionales autodidactas y otros con formación académica. Aunque los primeros cada vez son menos, fueron quienes confiaron en aquellos primeros estudiantes de Automoción y les brindaron la oportunidad de hacer prácticas y perfeccionar su formación. “Ellos hicieron posible que llegásemos donde estamos”, dice Bellot. De hecho, el acta constitucional de la entidad la firmaron dos propietarios de taller autodidactas: Juan Boronat Carpi, de Dénia, y Pedro Durá Noguera, de Pedreguer.

            Aquellos que empezaron siendo alumnos que acudían a los talleres a formarse, “son ahora empresarios que siguen cogiendo alumnos en prácticas”, dice el representante de la asociación. Fue durante el mandado de su anterior presidente, Toni Reig Giner, con taller en Beniarbeig y exalumno de Automoción, cuando se puso en marcha el proyecto de la apisonadora. Esta no volverá a compactar alquitrán para el asfaltado de calles pero será imagen y reflejo de otro tiempo y también de ese buen entente.

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