Una escultura de Viktor Ferrando realza la trascendencia del tren como puerta de acceso y de comunicación con Dénia
Como una puerta histórico-cultural abierta a todos los visitantes ha presentado Víctor Ferrando la escultura que lucirá a las puertas de la estación de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) en Dénia. Latidos de la Metrópolis, que es como se denomina, es memoria viva de lo que un día fue y marcó el devenir de la ciudad, un tren que desde principios del siglo XX se convirtió en eje del comercio y de las comunicaciones y fue también uno de sus principales medios de acceso. Con raíles, travieses y tornillos, entre otros materiales reciclados procedentes de la línea Alicante-Dénia, Ferrando ha creado una escultura que es un homenaje al ferrocarril y a lo que ha significado para la Marina Alta. Donada al Ayuntamiento de la ciudad a través del Rotary Club, pretende no solo formar parte del entramado urbanos sino acercar la historia del tren a sus vecinos y a quienes la visitan.
En la construcción de esta escultura, de 4,80 m de alto y 3 metros de ancho y largo, Víktor Ferrando ha empleado railes utilizados entre 1913 y 1950, 6 traviesas del tramo del trenet entre Dénia y Gata, unos 400 kilos de tornillos de las traviesas y 16 ballestas extraídas de bogies de tren.
Tanto el alcalde de Dénia, Vicent Grimalt, como la presidenta de Rotary Club Dénia, Adela Chelet, han aplaudido la idea de aprovechar el material procedente del ferrocarril para hacer arte. La donación, ha precisado la presidenta de la entidad, responde a los valores del Rotary y a su voluntad de estar cerca de la comunidad en la que actúa. Ha agradecido asimismo las gestiones realizadas con FGV por la concejala de Territorio, Maria Josep Ripoll, para que la escultura esté en un lugar acorde con su significado y accesible para quienes quieran acercarse hasta ella.
Víctor Ferrando aventuró alguna sorpresa que no quiso desvelar para el día de al inauguración, que todavía no tiene fecha.