Vía libre: el águila pescadora puede volver a nidificar en la comarca

Revertir la situación actual de “vulnerabilidad” del águila pescadora, que figura en el Catálogo Valenciano de Fauna Amenazada, y convertirla de nuevo en una especie nidificante en las comarcas de la Marina Alta y la Safor es el objetivo de un proyecto en el que se han implicado varios organismos públicos y entidades privadas. El primer paso ha sido realizar un estudio de viabilidad sobre la posibilidad de reintroducir esta especie en un territorio en el que hizo nido hasta hace cuarenta años. Y el resultado, según el trabajo que se presentará el lunes en la Casa de la Paraula de Baleària Port (19.30 horas), ha sido positivo. Las amenazas que redujeron su presencia a fugaces avistamientos en su tránsito migratorio han desaparecido. O al menos, eso parece.

            El marjal de Pego-Oliva y los arrecifes de la Reserva Marina del Cap de Sant Antoni son el territorio idóneo para conseguir que estas aves vuelvan a nidificar. Por un lado, porque tienen comida de sobra. Y por otro, porque la persecución directa y la electrocución parecen haber dejado de ser una amenaza.

            Técnicos de la Fundación Migres, coordinados por el investigador del CSIC Miguel Ferrer, han realizado el trabajo de campo para sopesar la posibilidad de que el águila pescadora vuelva a criar, contando también para ello con la colaboración de la empresa Magic&Nature y de Acció Ecologista AGRÓ. El proyecto recibe el soporte económico de la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural y la implicación de los ayuntamientos de Dénia, Xàbia, Oliva y Pego, así como de la Fundació Baleària.

            Está previsto que el proyecto que haga posible el retorno del águila pescadora como nidificadora se desarrolle en los próximos cinco años. Para ello, y de forma anual, se traerían polluelos desde otro lugar –como Escocia- en la época de cría. Los pollos serían alimentados en la zona con el fin de que la identifiquen como su territorio, ya que los machos de la especie tienen tendencia filopátrica. Para entendernos, tienden a volver al lugar donde se han criado. La posibilidad de reproducción se completaría con un intercambio genético con las hembras que ya han recolonizado la isla de Eivissa. Pero para hablar de ello, habremos de esperar unas cuantas primaveras.