Alimentos que deberías evitar durante la menopausia
INÉS ROIG (*)
A lo largo de todo el transcurso de nuestra vida, la alimentación es un pilar básico para mantener un buen estado de salud. Sin embargo, hay una época en la que cobra aún más importancia si cabe: la menopausia.
Durante esta etapa vital de las mujeres el nivel de hormonas decae sin remedio, lo que supone una serie de cambios notables por dentro y por fuera. Algunos de los síntomas que la menopausia trae aparejados pueden ser mitigados si se consumen los nutrientes adecuados y, especialmente, si se evitan los perjudiciales. Entre estas dolencias podemos enumerar los sofocos, el cansancio, la ansiedad, la acumulación de grasa, las enfermedades cardiovasculares, etc.
Mantener una dieta equilibrada es esencial:
1. Reduce el consumo de sal. La ingesta excesiva de sal contribuye a la retención de líquidos, lo que puede provocar hinchazón y mayor volumen en abdomen, caderas y piernas. Asimismo, aumenta la tensión arterial y la posibilidad de sufrir diversas afecciones cardíacas. Como alternativa, prueba a sazonar las comidas con otros condimentos, como pimienta, orégano o hierbas aromáticas.
2. Reduce al máximo la ingesta de café. La cafeína puede alterar la calidad del sueño, contribuyendo al insomnio que suele darse durante la menopausia. El resultado es un mayor cansancio al día siguiente, mayor irritabilidad y más inestabilidad ante el resto de síntomas de la menopausia.
3. Huye de los azúcares. En las primeras etapas de la menopausia es probable que sientas una falta de energía que te lleve a ingerir alimentos ricos en azúcar como bollería industrial, etc. ¡Pero no debes hacerlo! El azúcar blanco puede hacerte sentir un efecto indeseado de cansancio e hinchazón. Además, contribuirá a que ganes peso y a una peor calidad de la piel.
4. Di “no” a los alimentos procesados. La mayoría de ellos contienen grandes cantidades de dos enemigos: la sal y el azúcar. Lee las etiquetas y escoge los alimentos más saludables y bajos en estos componentes. Prioriza siempre los alimentos frescos y naturales. Incrementa el consumo de frutas, verduras, carnes blancas y pescados. Si te apetece picar algo entre horas, mejor frutos secos que procesados.
5. Reduce el consumo de carnes rojas. Una ingesta excesiva contribuye a la bajada del nivel de estrógenos, que es precisamente la hormona que más pierdes durante esta etapa.
Bonus: ¡No bebas alcohol! Aunque de vez en cuando te apetezca una copita de vino, salir a tomar una caña,… No abuses de ello. Las bebidas alcohólicas contribuyen al envejecimiento y el aumento de peso, deshidratan el organismo e incrementan la sensación de cansancio.
Pero es importante que no te dejes llevar por los cánones de belleza establecidos socialmente. Aprende a convivir con los cambios de tu cuerpo y quiérete con ellos. Lo importante es mantener un concepto de alimentación más consciente y saludable.
¡A disfrutar de la vida!
(*) Farmacia Las Marinas.