El 90% de los casos de linfoma se curan si hay un diagnóstico precoz
Cada año se diagnostican 360.000 pacientes en todo el mundo.
Los linfomas son un conjunto de neoplastias hematológicas que afectan al sistema linfático. Afecta a un millón de personas y anualmente se diagnostican 360.000 nuevos casos en todo el mundo. Sin embargo, el 75% de las personas que lo sufren no conocían la enfermedad antes de padecerla. Existen dos tipos de linfomas, el Hodgkin, que afecta a un 10% de los casos y pueden curarse en muchos pacientes, y los linfomas no Hodgkin, al que corresponde el 90% restante.
Según la doctora Rosa Ferrer, hematóloga del hospital HLA San Carlos de Dénia “la causa de los linfomas es desconocida, aunque se conocen ciertos factores de riesgo que se asocian más frecuentemente con esta enfermedad, como son la edad, la inmunosupresión, los factores genéticos o la exposición a agentes químicos”.
El linfoma no Hodgkin (LNH) se presenta como un ganglio aumentado de tamaño y generalmente palpable. Pueden ir acompañado de síntomas generales como pérdida de peso, fiebre sin razón aparente, sudoración profusa nocturna y fatiga. La biopsia es el primer paso para su diagnóstico, así como un completo examen de los ganglios linfáticos y otras áreas del cuerpo que pudieran estar afectadas, como el hígado o el bazo. El examen contempla también los posibles factores de riesgo, así como la historia familiar.
La doctora Ferrer explica que en el hospital HLA San Carlos, existen nuevos tratamientos para tratar esta dolencia, que van desde la quimioterapia y radioterapia, hasta la terapia con anticuerpos mononucleares, la cirugía o el trasplante de células madre. A menudo se recurre a una combinación de estos tratamientos.