El poder que tienen las palabras

El poder que tienen las palabras
  18/10/2020

VERÓNICA MONSONIS (*)

 

Un día, Thomas Alva Edison llegó a casa y le dio a su mamá una nota.

Él le dijo a ella: "Mi maestro me dio esta nota y me dijo que sólo se la diera a mi madre".

Los ojos de su madre estaban llenos de lágrimas cuando ella leyó en voz alta la carta que le trajo su hijo.

"Su hijo es un genio, esta escuela es muy pequeña para él y no tenemos buenos maestros para enseñarlo, por favor enséñele usted".

Entonces la madre se dedicó a enseñarle a Edison.

Muchos años después la madre de Edison falleció, y él fue uno de los más grandes inventores del siglo.

Un día él estaba mirando algunas cosas viejas de la familia. Repentinamente él vio un papel doblado en el marco de un dibujo en el escritorio.

Él lo tomó y lo abrió. En el papel estaba escrito.

"Su hijo está mentalmente enfermo y no podemos permitirle que venga más a la escuela".

Edison lloró horas, entonces él escribió en su diario: "Thomas Alva Edison fue un niño mentalmente enfermo, pero por una madre heroica se convirtió en el genio del siglo".

Qué impresionante la reacción de la mamá, ¿verdad?

En lugar de leer lo que realmente decía la carta, y habiendo podido hacer sentir menos a su hijo, le dio un giro completamente y ¡le inyectó seguridad y certeza a su hijo!

Le hizo creer que era un genio y se lo creyó tanto, que creció y murió siéndolo.

Es asombroso el poder que tienen los padres sobre los hijos.

ES MUY IMPORTANTE RECORDAR SIEMPRE EL PODER QUE TIENEN LAS PALABRAS...

Y como la mamá de Edison, no hay que dejar que las palabras nos afecten, si ya las escuchamos entonces hay que superar las expectativas de los demás y lo más importante... ¡Nunca rendirse!

En el plan docente hemos de tener en cuenta que depositamos unas expectativas en las niñas y niños que en muchas ocasiones no se corresponden a la realidad. Cada persona es única e irrepetible y ello nos debe llevar a pensar que la forma en la que tenemos que enseñar debe ajustarse a cada ser individual. Por otro lado, creer en que nuestra alumna y alumno siempre podrá hacer lo que se proponga, le dará la dosis necesaria para creer en ella misma/él mismo y, pensando así que es capaz de hacer las cosas que las demás personas hacen, pero quizás de forma distinta y no menos válida. Dile que es capaz, hazle saber lo que vale porque el poder de tus palabras es el motor que le hará "comerse el mundo".

Recuerda:

“Si juzgas a un pez por su habilidad para trepar árboles, pensará toda la vida que es un inútil” A. Einstein.

 

(*) Psicóloga. Máster en Psicología Clínica y especializada en Educación Emocional y en Atención Temprana.

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