Fatiga mental: ¿cómo “apagar” la cabeza?

VERÓNICA MONSONIS (*)

Cuando la fatiga mental no se toma en serio y se acumula, puede conllevar consecuencias graves. La pareja, el trabajo, la organización de actividades, los niños: se trata de una buena combinación que hace que tus tareas se acumulen y no te quede tiempo ni de pensar durante la semana. Sí, todos podemos ser multitarea pero cuidado con exagerar e ir por la vida de “superwoman” o “superman”.

            Síntomas de la fatiga mental.

            ¿Te sientes irritable? ¿Enfermas a menudo? ¿De pronto parece que te has vuelto torpe? ¿Tu deseo sexual ha disminuido o bien es inexistente? ¿Has empezado a perder el gusto por lo que antes te encantaba? Seguramente sufres fatiga mental por exceso de trabajo.

            La fatiga mental también afecta a tu condición física: dolores de cabeza, disminución de la energía, trastornos digestivos, etc. son solo algunos de sus síntomas. Si te ves reflejado/a dile STOP a esta difícil y agitada vida y sigue nuestros consejos para combatir la fatiga mental.

            Técnicas contra la fatiga mental:

            - Aprende a delegar: Aprende a confiar en otros para aclarar tu mente. Si no acostumbras a actuar así, deberás aprender a hacerlo. Cada uno tiene su manera de hacer las cosas, deja de intentar supervisar y controlarlo todo. Prueba a cambiarlo por disfrutar de la lectura, ver un espectáculo, practicar deporte o simplemente no hacer nada. Esto permite que tu mente descanse y escape durante un tiempo de las responsabilidades diarias.

            - Deja de presionarte: ¿Eres perfeccionista? Malas noticias. Esta obsesión por la perfección suele ir acompañada de una insatisfacción crónica. ¿Cómo no rendirse al perfeccionismo? Cuando tengas una tarea pendiente establece una fecha límite, respétala y, una vez realizada, no vuelvas a perder tiempo en ella. Otro consejo que funciona muy bien es observar tus pequeños momentos de felicidad del día a día, desde el café de la mañana hasta las dulces palabras de tu pareja o las risas con amigos. Toma nota de esos momentos de felicidad y libera la presión.

            - Descansa tu mente: En este mundo hiperconectado la tecnología no siempre es el mejor aliado de nuestra mente. Estamos haciendo algo, nos llega un mensaje y vamos corriendo a coger el teléfono. Una vez ahí, revisar un mensaje se puede convertir en leer noticias, revisar la cuenta bancaria, ver recetas, organizar la lista de la compra... Todo esto es una fuente de agotamiento para nuestra mente porque no le dejas desconectar. Puedes limitarte las horas de conexión diarias o establecer un tope horario, a partir del cual no te conectarás a internet. ¿Una idea que puedes implementar ahora mismo? Cuando suene el móvil no hace falta que salgas corriendo a ver qué es. Prueba a revisarlo cada hora.

            - Practica el dejar ir: Haz descansos, tan sencillo como eso. Aquellas personas que no pueden dejar de pensar o sufren de ansiedad, estrés o culpa que le impide tranquilizar su mente, es interesante aprender a meditar, a hacer mindfulness o yoga. Estas técnicas te ayudarán a canalizar tus pensamientos y a relajarte mental y físicamente.

            - Pon su mente en “standby”: La mente necesita dormir para recargar sus baterías. No hace falta decir que estimular tu cerebro mirando una película antes de quedarte dormido no te ayudará, concéntrate en leer un libro y mantente alejado de las pantallas. Empieza una rutina relajante una hora antes de acostarte y verás los resultados en poco tiempo.

            Si aún así ves que no puedes controlar esta situación, los profesionales de la psicología están ahí para ayudarte a encontrar tu bienestar físico y mental. Puedes coger cita a través de www.mundopsicologos.com

            (Artículo revisado por el Comité de MundoPsicologos).

(*) Psicóloga. Máster en Psicología Clínica y especializada en Educación Emocional y en Atención Temprana.