¿Ibuprofeno o Paracetamol?
INÉS ROIG (*)
Los medicamentos con Ibuprofeno y Paracetamol en su composición están entre los más consumidos por los pacientes en España. A pesar de su amplia utilización, y su presencia generalizada en la inmensa mayoría de los botiquines caseros, los pacientes usan en muchos casos de forma incorrecta el Ibuprofeno y el Paracetamol.
El Ibuprofeno es un medicamento antiinflamatorio (actúa contra la inflamación), analgésico (calma o reduce el dolor) y antipirético (disminuye la fiebre). El Paracetamol, actúa en nuestro organismo únicamente como analgésico y antipirético. La diferencia está sobre todo en que el Paracetamol no es antiinflamatorio. Ambos se pueden utilizar en combinación con otros analgésicos, antialérgicos o descongestivos.
Lo primero que hay que tener en cuenta son los riesgos de automedicación. Aunque son medicamentos que pueden adquirirse sin necesidad de receta médica, es muy importante consultar a un profesional sanitario. Paracetamol e Ibuprofeno no son iguales y tienen contraindicaciones. La elección de uno u otro debería depender de lo que se quiera tratar, del tipo de paciente y de sus problemas previos de salud, si existen. También hay que vigilar las dosis, pues rebasar los límites tolerables puede tener consecuencias graves a nivel hepático y digestivo, además del riesgo de interacción con otros fármacos.
El Ibuprofeno suele prescribirse o recomendarse cuando se padece de algún tipo de dolor que se acompaña de inflamación: golpes, contusiones, esguinces, dolores musculares o de articulaciones, dolor menstrual, etcétera. Del mismo modo, puede emplearse para controlar la fiebre. La dosis máxima de Ibuprofeno que podemos tomar no debe superar los 600 mg cada ocho horas. El Ibuprofeno hay que tomarlo siempre acompañado de comida, porque es un medicamento agresivo para la mucosa gástrica. No es recomendable tomar más de cuatro o cinco días consecutivos sin supervisión médica, ya que aunque es un medicamento muy efectivo para calmar el dolor, puede dar complicaciones, especialmente en pacientes polimedicados.
El Paracetamol se puede emplear en combinación con descongestivos, para estados gripales, o con otros analgésicos, para el tratamiento de dolores más intensos, provocados por ejemplo por operaciones quirúrgicas. No presenta tantos efectos adversos gastrointestinales como el Ibuprofeno. Sin embargo, a altas dosis, puede provocar problemas hepáticos. Asimismo, deben tener especial precaución aquellas de edad avanzada o con problemas con el alcohol. Se puede tomar independientemente de las comidas, ya que no irrita el estómago. Lo importante es emplear la mínima dosis que resulte efectiva y respetar siempre como mínimo los intervalos de seis a ocho horas, y no sobrepasar la dosis máxima. Resulta peligroso mezclarlo con alcohol, esto incrementa la toxicidad y el riesgo de sufrir efectos adversos.
La automedicación responsable puede ser útil para tratar dolores leves y ocasionales, como dolor de cabeza, resfriado, dolor menstrual o fiebre, durante períodos de tiempo limitados y siempre con el asesoramiento del profesional farmacéutico. El hecho de que un medicamento se dispense sin receta no significa que se encuentre exento de riesgo. Es necesario tener precaución en niños y pacientes que estén con otros tratamientos y en el caso de no remitir el dolor o la fiebre acudir al médico.
(*) Farmacia Las Marinas.