La reinvención de la protección solar

La reinvención de la protección solar
  06/06/2020

INÉS ROIG (*)

 

Previsiblemente, pronto estaremos disfrutando del aire libre sin restricciones. Pues hay novedades... El único cosmético que cuenta con el apoyo unánime de los expertos en piel es el solar. Esta afirmación, se tambaleaba de nuevo. Estos cosméticos son solo una parte de la protección contra la radiación ultravioleta y hay que ponerse crema, pero hay que hacer hincapié en la protección física: sombreros, gafas, ropa, estar a la sombra… Esa es la mejor fotoprotección.

Lo que hace ya cierto tiempo no se ponía en duda era la seguridad de sus ingredientes. Pero un nuevo estudio, reactivaba antiguas sospechas y las reticencias a su uso generalizado de fotoprotectores sin precaución ninguna.

Ingredientes que se quedan: La composición de los solares ha variado mucho a lo largo de los años, sobre todo en lo referente a filtros. Los de la nueva polémica son siete: avobenzona, oxibenzona, octocrileno, ecamsule, homosalato, octisalato y octinoxato. Todos ellos autorizados por la CE. No hay que considerarlos productos peligrosos que debamos de dejar de usar. Todo lo que comemos y bebemos, y bastante de lo que nos ponemos sobre la piel, se absorbe en mayor o menor medida, se metaboliza y finalmente se elimina por el hígado o la orina. El problema no es si esto ocurre o no, sino si, al hacerlo, puede generar algún tipo de toxicidad clínicamente relevante. Con las fórmulas actuales, a las dosis que empleamos, no hay evidencia de que sea así, aunque tampoco es completamente descartable.

Ingredientes que se van: Los solares son complejos de formular y, a pesar de ello, la industria se afana en eliminar componentes por dar respuesta a los fans de lo “sin” o por ayudarnos a sentirnos más amigables con el planeta.

¿Cómo es posible que haya ingredientes que sigan llegando al océano en cantidad suficiente como para que podamos medir y asegurar que son los culpables de daños al ecosistema marino? Se midieron cuatro cremas, las más usadas, y que contenían los filtros también más comunes: avobenzona, oxibenzona, ecamsule y octocrileno. De estos cuatro, comprobaron que la oxibenzona es la que se encontraba mayormente en sangre y, por tanto, la que puede llegar a las aguas residuales, aunque es difícil cuantificar su inocuidad o daño biológico, se requerirán estudios más complejos

Ingredientes ¿que llegan…? No son pocos los cosméticos que este año anuncian que combaten también la luz azul. No con activos nuevos. Quizá porque es muy probable que la mayoría pasemos el verano en el interior, trabajando, o simplemente porque aún nadie sabe si podremos movernos demasiado, todos incluyen lo que llaman protectores de ciudad para referirse a los daños que ocurren en la ciudad, provocados, entre otros, por la luz azul de interior: de las pantallas de televisión, ordenadores y móviles y hasta los LED que iluminan nuestras cocinas. Hay evidencias de que la luz azul puede generar daño oxidativo en la piel, y probablemente pueda facilitar el envejecimiento cutáneo.

Ingredientes en el limbo: Hay quienes alardean de incluir antioxidantes y filtros para todo tipo de espectros de luz. La utilidad de estos para prevenir el envejecimiento cutáneo y el cáncer de piel es, por ahora, una mera hipótesis. Debemos luchar contra los efectos nocivos de la radiación solar ultravioleta, y debemos evitar siempre la quemadura solar.

La mejor forma de hacerlo, es seguir una dieta de tipo mediterráneo, rica en frutas y verduras, que es lo que con absoluta seguridad es bueno para nuestra salud global y nuestra piel.

 

(*) Farmacia Las Marinas.

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