Las embarazadas con enfermedades cardiacas deberían dar a luz antes de las 40 semanas de gestación

Las embarazadas con enfermedades cardiacas deberían dar a luz antes de las 40 semanas de gestación
  13/04/2020

Dr. MARIANO MARTÍN-LOECHES DE LA LASTRA (*)

 

Las mujeres embarazadas con enfermedades del corazón deberían dar a luz no más tarde de las 40 semanas de gestación. Esa es una de las recomendaciones de la Guía de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) para el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares durante el embarazo, publicada en el European Heart Journal.

"Más allá de las 40 semanas, el embarazo no tiene ningún beneficio adicional para el niño y puede incluso tener efectos negativos. El embarazo es un período de riesgo para las mujeres con enfermedad cardiaca porque ejerce un estrés adicional en el corazón, por lo que las pautas aconsejan inducir el parto o una cesárea a las 40 semanas".

La ESC apunta que la enfermedad cardiaca es la principal razón por la cual las mujeres mueren durante el embarazo en los países occidentales. En comparación con las embarazadas sanas, las que tienen algún tipo de enfermedad cardiaca tienen un riesgo 100 veces mayor de muerte o insuficiencia. "La mayoría de las mujeres con esta condición tienen un embarazo saludable. Sin embargo, deben ser conscientes de que tienen un mayor riesgo de complicaciones obstétricas, incluido el parto prematuro, la preeclampsia y el sangrado posparto", indican la guía.

Así, estiman que entre el 18 y el 30 % de la descendencia tiene complicaciones y hasta el 4 % de los recién nacidos mueren. La enfermedad cardiaca en el embarazo detalla la ESC, "está aumentando a medida que aumenta la edad del primer embarazo, junto con las tasas más altas de cardiopatía isquémica en mujeres mayores, en comparación con mujeres más jóvenes".

"Los factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión, la diabetes y el sobrepeso, también están en aumento en el embarazo, ya que las mujeres mayores quedan embarazadas y las mujeres ahora adquieren factores de riesgo a una edad más temprana", añaden.

Las directrices de la ESC proporcionan recomendaciones sobre la fertilización in vitro (FIV), la anticoncepción y la interrupción del embarazo en mujeres con enfermedad cardiaca. La FIV utiliza a menudo altas dosis de hormonas, que aumentan el riesgo de trombosis e insuficiencia, por lo que las mujeres con esta condición necesitan la confirmación de un cardiólogo de que el método elegido es seguro. Dado que llevar en el vientre más de un bebé pone más estrés en el corazón, recomiendan "encarecidamente" a las mujeres con enfermedades cardiacas sometidas a FIV que transfieran un solo embrión.

Para los medicamentos utilizados para tratar la enfermedad cardíaca, las pautas incluyen información sobre los eventos adversos obtenidos de estudios en humanos y en animales. Además, las directrices establecen: "En el caso de una emergencia, los medicamentos que no son recomendados por la industria farmacéutica durante el embarazo y la lactancia no deben ser usados en la madre. El riesgo potencial de un medicamento y el posible beneficio de la terapia deben ser valorados frente a frente".

 

(*) Especialista en Ginecología y Obstetricia.

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