Los hidrogeles: ni todos acaban con el coronavirus ni cuidan igual de la piel
INÉS ROIG (*)
De todos los productos que durante la pandemia podrían haber entrado en un peligroso estado de escasez, el etanol ha sido uno de los más críticos por ser el ingrediente clave de ese líquido que nos sonaba de los hospitales y que ahora aparece en los supermercados, oficinas, tiendas y hasta en máquinas expendedoras. Pero que se haya convertido en un producto común no significa que siempre lo usemos de la mejor manera posible.
El gel hidroalcohólico es rápido, pero no instantáneo. Ahora conviene aprender a distinguirlo de otros hidrogeles. Esta categoría incluye a los biocidas, que son los que interesan, y a los cosméticos, que no sirven para desinfectar las manos. La función de los últimos es mantenerlas limpias, retirando cutículas, grasa y algunos microorganismos. Incluyen en su formulación aceites, aromas, agua e incluso pequeñas cantidades de alcohol, pero no el suficiente como para acabar con el nuevo coronavirus.
Hay que diferenciar si queremos limpiar las manos o desinfectarlas. Para acabar con el virus es importante usar una solución antiséptica. Para ello, lo primero es constatar que el producto tiene una concentración de al menos el 70% de alcohol, por debajo de esta cifra no acabará con el SARS-CoV-2. Luego, basta con que tenga agua y glicerina para que contenga los únicos tres ingredientes fundamentales de un gel hidroalcohólico.
La glicerina se incluye con la intención de que el líquido sea menos agresivo para las manos. Pero su misión principal es permitir que el alcohol esté más tiempo en nuestra piel para que pueda cumplir su función viricida, que no es instantánea. No hace falta ningún componente más para hacer frente al virus.
Los llaman "antisépticos para piel sana", lo que significa que no es adecuado su uso para las personas que tengan la piel atópica. Es importante usar cremas hidratantes, ya que los geles hidroalcohólicos dañan la piel... por muy sana que esté. Conviene usarlo con precaución. Es importante no guardarlo en lugares en los que pueda entrar en contacto con el fuego, como los fogones de las cocinas, y no encender un mechero justo después de aplicarlo en las manos.
Estos geles son la mejor solución cuando estamos fuera de casa, nunca deben sustituir al jabón, que consigue una limpieza más profunda. Pero tampoco hay que poner las manos en remojo ni abusar del gel hidroalcohólico. El motivo es que, además de matar gérmenes y desactivar virus, se llevan por delante la grasa de la capa externa de piel. Debilitada su estructura, la piel comienza a deshidratarse y se seca. Para evitar llegar a este punto, además de usar estos productos correctamente hay que hidratar las manos con cremas hidratantes mínimo 3 veces al día.
La tentación de hacer gel hidroalcohólico en casa puede ser fuerte si uno atiende a la cantidad de tutoriales que han surgido en internet. No vale la pena intentarlo. Para empezar, el resultado que uno mismo realiza puede no eliminar el virus por no realizar correctamente la composición, o podría causarnos más irritaciones en la piel de las que debiera por no tener las medidas de protección adecuadas.
(*) Farmacia Las Marinas.