ÁNGEL SERRANO ZURITA/ El PP es el gran vencedor de las elecciones catalanas (*)

ÁNGEL SERRANO ZURITA/ El PP es el gran vencedor de las elecciones catalanas (*)
  26/12/2017

 

 

Sigue adelante el desafío soberanista y el poco convencimiento demostrado por Albiol al admitir, sin excesivo dramatismo, la virtual desaparición de los populares en la política autonómica catalana me hace temer lo peor: se sienten cómodos con la consecución del máximo escalafón por parte de Ciudadanos y, además, tienen cortina de humo para rato. En el mejor momento para ellos, llega la mayoría independentista. Justo cuando hace falta silenciar las pruebas que demuestran que su estructura, desde la cima hasta el pie de las colinas, es un aparato corrupto y putrefacto.

No es lo único que me hace sospechar tal estrategia. La torpeza demostrada por primeras espadas como Sáenz de Santamaría "es demasiado bonita para ser cierta", es lo debieron pensar ciertos exiliados mientras se frotaban las manos. Más que una rendición ocupando primeras páginas, abriendo todas las portadas de los informativos, a lo que huele esto es a un nuevo reparto de cortijos, como el que se forjó en los albores de nuestra democracia y que fue origen de algunos de los anacronismos que aún arrastramos. De entonces heredamos nuestra particular versión de la Ley D’Hont y un café para todos del que algunos, como es el caso de los valencianos, no recibimos ni para un cortado.

Asisto perplejo a la conversión de lo que amenazaba con ser choque de trenes en un juego de trileros, marrulleros y timadores. Expertos en el admirable, a la par que despreciable, arte de la manipulación de las masas. Lo hacen sin escrúpulos, sin mayor fin que el propio rédito. Las personas les importan poco. No fueron ellos los que desobedieron, ni los que recibieron hostias en la puerta de un colegio el 1 de octubre; tampoco los que salieron a las calles de Barcelona, ataviados con casco y botas, creyendo defender el orden establecido. Para ellos es más sencillo, ya que les basta con sentarse a manejar las piezas, encender el ventilador y dar órdenes específicas en cualquiera de los escalafones de su aparato político-mediático, sea desde el Estado español, desde Bélgica o desde un sofá el despacho oval de la Casa Blanca.

Ahora, sólo queda esperar al regreso de Puigdemont para proclamarse President, recibir la noticia de su detención, poner más tarde el especial 2.340 sobre Cataluña, cambiar de canal y encontrar a los líderes políticos valorando su indulto; y si no, fútbol; y si no, Operación Triunfo, Tu cara me suena, El Chiringuito o Masterchef. Y la corrupción ya si eso, ya otro día, ya tal.

 

(*) Periodista

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