Casa Meua és Casa Teua abre temporada con un homenaje a la cocina de la tierra

Casa Meua és Casa Teua abre temporada con un homenaje a la cocina de la tierra
  15/01/2023

El programa de Els Magazinos fondea en el restaurante Armell 

 

Quienes lo conocen saben que en el restaurante Armell van a encontrar dos cosas: trato familiar y productos de la tierra. Situado a los pies de La Sella, se ha ganado una clientela fija que busca no solo calidad y tradición. También la tranquilidad y la paz que ofrecen esos lugares donde uno se siente a gusto y no le importa estar rodeado de gente. Porque, aunque lo esté, en este establecimiento el comensal se sentirá como en casa. Allí, desde su terraza, podrá disfrutar del silencio de esas amables noches de verano a la fresca en las que el tiempo parece detenerse y las prisas desaparecen. O sentirse arropado por el calor de la chimenea en invierno en el salón, donde el sol se cuela tímidamente por los cristales de las ventanas. Casa Meua és Casa Teua, el programa con el que Els Magazinos reconoce la labor de los restaurantes históricos, visita el jueves 26 de enero un establecimiento con solera que se ha ganado una merecida reputación.

Sin pretensiones. Aquí hay que venir sin pretensiones y con el único objetivo de reencontrarse con los sabores “de toda la vida, los que te traen recuerdos de antes”. Juan José Armell Crespo sabe que si una cosa aprecian los clientes del restaurante Armell es esa cocina auténtica, que sigue la tradición y se alimenta de los productos de temporada, de la lonja o del huerto, pero los que da cada estación. Las carnes son uno de los principales reclamos de su carta y es él quien se encarga de prepararlas en la barbacoa exterior, frente a la terraza. Bueno, él y, desde hace unos años, su hijo José Luis, quien está dispuesto a seguir con la tradición familiar y mantener a flote el negocio que abrieron sus abuelos, Luis Armell y María Crespo, en julio de 1985. “Si el restaurante tiene casi 40 años, yo quiero que tenga 40 más”, señala.

El matrimonio Armell Crespo tenía ya experiencia en hostelería cuando emprendieron esta aventura. Entre 1975 y 1979 estuvieron al frente del Bar Trébol. María tuvo problemas de salud y el médico les recomendó dejar ese trabajo. Se decantaron por algo más tranquilo pero dentro de lo suyo, el Hogar de Jubilados, el bar del Campo de Tiro de Dénia… y a principios de los 80, se pusieron al frente del Bar Zaragoza de La Xara. Con el dinero que ganaban compraron una casita que poco a poco fueron reformando en la partida Albardanera, ya en término de Pedreguer pero cerca del lugar de trabajo. “Dinero que ganábamos, dinero que poníamos aquí”, cuenta María. Al volver del servicio militar, su hijo les propuso montar allí el restaurante. ¿Un visionario? Tal vez. Empezaba a construirse la urbanización La Sella, llegaban muchos extranjeros, no había oferta por los alrededores, ellos eran muy conocidos… “Probamos -dice Juan José-, fue algo así como tirar una moneda al aire a ver qué pasaba”. Y acertaron.

Han pasado casi 38 años y aquel negocio que pusieron en marcha Luis y María con sus hijos -Juan José y Elena- sigue adelante y con José Luis, tercera generación, tomando buena nota de todo para darle continuidad. Él ha estudiado dos años cocina en el Cdt y lleva ya diez trabajando en el restaurante familiar. Pero de quien más ha aprendido, y presume de ello, es de su abuela. “Esto lo he mamado desde pequeño -bromea- y siempre he ido detrás de ella mirando las cosas que hace”.

Al frente de la cocina en la que María ha estado tantos años está ahora su nuera, Toñi Aibar, la madre de José Luis. Allí se preparan arroces -puchero, paella, arròs a banda, amb fesols…, siempre por encargo- y también los mejillones en salsa o los rellenos de la casa, todo un clásico como lo son también sus croquetas. Mulladors, salazones y encurtidos no faltan en la carta, junto a la carne, el pescado y los postres caseros. Fuera de ella, tal vez ofrezcan a quien visite su casa unas cigalitas salteadas o un tataki de atún; eso lo dirá el mercado.

Se notan las raíces marineras -no en vano María pertenece a la conocida familia de ‘els Canaris’-, aunque Juan José es quien aprendió de su padre a preparar la hueva de atún, el bonito, la moixa o els capellans. Las anchoas, como las pencas en vinagre o el raimet de pastor, pasan por las manos expertas de ella. El secreto de este último no nos lo desvela. Pero nos da unas recomendaciones para las pencas: no hervirlas en exceso y repasarlas en agua fría, dejarlas en remojo con agua y vinagre a partes iguales y uno o dos limones cortados durante un día para que cojan gusto, controlar el punto de sal -fundamental para que no se reblandezcan- y conservarlas en un lugar fresco. 

En el restaurante Armell disfrutan contando estas cosas y recordando cómo empezaron, cuando el camino estaba en un estado tan deplorable que Juan José y su padre tenían que ir a parchearlo, cómo se fueron haciendo las reformas o cómo empezaron a hacer clientes fijos. “Hay caras que ves todos los veranos y familias que hemos visto crecer, parejas que venían solas, luego con sus hijos y ahora con sus nietos”, comentan. “A todos les estamos muy agradecidos por habernos dado su apoyo y su confianza”, puntualiza Juan José. 

La confianza se palpa en aquellos que repiten y también en aquellos que se dejan aconsejar. Y eso, reconforta. “Nosotros queremos que el cliente se sienta como en casa -dicen los Armell- y por eso no renunciamos a lo que siempre hemos hecho y sabemos hacer”. Tienen claro que “primero es la tradición y luego la innovación”. No deixes sendes velles per novelles, dicen. Y María ‘la Canaria’, aunque ya jubilada, controlando todo lo que se dice y lo que se hace y orgullosa de los suyos. 

El menú del jueves 26 de enero está formado por capellans a la llama, salmuera con encurtidos, buñuelos de bacalao de la Canaria, salazones de la Marina, mejillones en salsa Armell, torraet fel de sempre (entrantes), chuletas y pescado de la bahía frito (principales) y tarta de manzana de la abuela con helado de vainilla (postre). Todo regado con Cerveza Turia y con vino tinto Con un Par de Bodega Vicente Gandia (Valencia) y blanco Pasión de Moscatel de Bodega Sierra Norte (Valencia). El precio del menú, con café incluido, es de 40 euros y las reservas se pueden realizar al teléfono 96 5760898.

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