El Sequer, tradición y autenticidad

El Sequer, tradición y autenticidad
  10/02/2025
Casa meua és casa teua abre la temporada en Jesús Pobre

Vuelve Casa Meua és Casa Teua, el programa con el que Els Magazinos quiere homenajear a los restaurantes históricos y a las familias que han trabajado para dotar de personalidad la gastronomía de la Marian Alta y mantener los sabores de siempre en nuestra memoria y en nuestro paladar. La nueva temporada se ha abierto en Jesús Pobre, en el Restaurante El Sequer y, como siempre, de la mano de Cerveza Turia. Lo ha hecho en una fecha muy especial para la familia Fornés-Alberola, cuando se cumplen 25 años de la apertura de un establecimiento que ha sabido abrirse mercado manteniendo la tradición y siendo fiel a los principios de autenticidad y compromiso con el territorio. Para la cena se sirvió una selección de tapas y platos de la cocina de un restaurante que se ha ganado una clientela fiel y ha hecho del producto fresco y el trato familiar su principal bandera.

        La aventura de El Sequer empezó con el cambio de siglo. O con el cambio de milenio, según cómo se mire. El restaurante abrió sus puertas en el año 2000 en el Carrer Major de Jesús Pobre. Al frente del negocio, José Jaime Fornés y Maite Alberola daban un giro a sus vidas. No eran nuevos en eso de la hostelería. Él había regentado una cafetería en Xàbia durante seis años y su esposa, que trabajó con él durante ese tiempo, había crecido entre mesas y fogones. Sus padres regentaban el Bar Pedro, un clásico de Jesús Pobre donde se curtió en el oficio.

        Aventurarse con un restaurante en una población pequeña que ya tenía dos bares de renombre que se habían ganado una clientela fija comportaba un riesgo que la pareja asumió pensando en el bien de la familia. Los hijos eran pequeños y trabajar lejos de casa no era para ellos la mejor opción. Habían reformado la vivienda familiar y la planta baja estaba vacía. Vieron en ello la oportunidad de convertirla en un restaurante y abrirse un nuevo camino. Y lo hicieron sin perder de vista sus raíces, sin olvidar de dónde venían y cómo se habían criado. Lo llamarían El Sequer, un nombre ligado a las tareas del campo y a la elaboración de la pasa. Porque allí, junto a la casa de los yayos de José Jaime, se secaba y se escaldaba la uva. Por allí correteó él en su niñez y allí, todavía hoy, la familia extiende los cañizos al sol al final del verano para que los clientes, si no les ha quedado claro con las fotografías que penden de las paredes, conozcan un poco más de la historia de Jesús Pobre.

        ‘Camisetas’ y ‘cromos’ con escenas costumbristas que se utilizaban en las cajas de pasa forman también parte de la decoración. Los carteles del Concurs de Vins del Terreny -que por cierto, el 15 de febrero celebra su XVIII edición- delatan también el apego de la familia por las tradiciones y su implicación en todo lo que se celebra en Jesús Pobre. Han participado en el certamen con sus propios caldos. Ahora ya no lo hacen pero lo patrocina, como tantas otras actividades que se organizan desde el amplio tejido social de la población.

        Que “Jesús Pobre está de moda”, como dice Jordi, no lo puede negar nadie. Es uno de los hijos del matrimonio y quien ha heredado el gusto por la restauración. “No sé hacer otra cosa”, explica. De pequeño, no le importaba levantarse temprano para acompañar a su padre a la cafetería en Xàbia y ayudó siempre en el restaurante cuando abrieron. “A mí siempre me ha gustado”, confiesa, “y este es un oficio que te tiene que gustar, porque es muy esclavo, con horarios muy complicados”. Ahora está al frente del servicio y es consciente de la importancia de un oficio, el suyo, al que no siempre se le ha dado el reconocimiento que se merece. Porque el camarero, precisa, “ha de tener siempre buen humor y tratar bien a la gente”. “Hoy en día hay mucho donde elegir, has de saber ponerte en el lugar de los demás e intentar que se vayan contentos”, añade Jordi.

 

La barbacoa

Los arroces son uno de los principales reclamos de El Sequer, muchos de ellos elaborados con una base de pescado -como el de cigalas y rape o el arròs negre- y otros con productos de la huerta, como la paella de carne y verduras o el puchero que preparan todos los sábados en invierno. Pero no solo de arroces vive el hombre. Y en El Sequer lo saben. Por eso, el pescado fresco traído de las lonjas de Xàbia y de Dénia y la carne a la brasa ocupan un lugar destacado en la carta, donde conviven con embutidos, coques de dacsa y tapas típicas de la cocina de la Marina Alta. Sin olvidar los deliciosos postres caseros que se sirven para redondear el menú.

        Como a otros muchos, el covid les obligó buscar nuevas oportunidades de negocio. Montaron entonces la barbacoa en la terraza, desde donde todavía se vislumbra la parte alta del Montgó. Es, sin duda, un atractivo más para disfrutar de las noches de verano en torno a la mesa, con buenos vinos -en una carta que no arriesga pero en la que se pueden encontrar buenas referencias que satisfagan el paladar, algunas de ellas de la comarca- y con la tranquilidad de que se disfruta durante todo el año en Jesús Pobre. Bueno, excepto los domingos, cuando sus calles se convierten en un ir y venir de gentes atraídas por el Mercat del Riurau o por alguna de las muchas actividades que se organizan a lo largo del año. De ello, reconoce el joven, se beneficia también la hostelería local.

        El Sequer se nutre de una clientela fiel de los pueblos de alrededor, que sabe a lo que va, y con forasteros que repiten un año tras otro. El producto fresco y de temporada -a veces llegado directamente de la huerta familiar- y los platos de la cocina tradicional definen una oferta sin más pretensiones que la de ser fiel a las raíces y a lo auténtico. Algo que no es fácil de conseguir en un mundo globalizado como el actual.

 

* El menú de la cena del jueves 20 de febrero, a las 21 horas, en el Restaurante el Sequer:

Tapas de barra: pinxo de pulpo, tosta de espencat, montado de sobrasada con miel; figatell con cebolla caramelizada; tabla de quesos; croqueta de rabo de toro.

Tapas de mesa: cada 4 personas: carpacio de ternera, calamar plancha, fritura de pescado, rabo de toro al Pedro Ximénez, entrecot de vaca gallega trinchado.

Postre: crema catalana.

Maridaje: cervezas Turia y Complot Ipa con dos de los platos y vino.

Precio: 50 euros.

Reservas: 966454092

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