EPOC, una enfermedad crónica que afecta a 480 millones de personas en el mundo
El tercer miércoles de noviembre se celebra el Día Mundial de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, también conocida como EPOC. Más de 480 millones de personas en el mundo padecen esta enfermedad y según un estudio presentado en el Congreso de la Sociedad Europea Respiratoria en el año 2050 lo sufrirán cerca de 600 millones de personas.
La Dra. Katheryn Yepez, especialista en neumología del hospital San Carlos del Grupo HLA, explica que “la EPOC o la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, también conocida como la bronquitis crónica del tabaquismo, es una enfermedad que como su propio nombre indica produce síntomas persistentes y prolongados en el tiempo y que se caracteriza por una obstrucción fija del flujo aéreo. Se produce como consecuencia de la exposición a partículas nocivas o a gases irritantes siendo el principal de ellos el tabaquismo”.
“El síntoma más frecuente de la EPOC es la disnea, que es una sensación de falta de aire y que puede producirse en reposo o con cualquier esfuerzo que se realice. Otros síntomas de esta enfermedad incluyen tos, producción de esputo o las auto escuchas de sibilancias, que no es más que un ruido agudo que puede escucharse el paciente a modo de silbido al respirar. Para diagnosticar EPOC, estos síntomas tienen que estar presentes un tiempo prolongado y siempre en pacientes que hayan tenido exposición a factores de riesgo”, afirma la Dra. Yepez.
Las pruebas necesarias para el diagnóstico de la EPOC, son prescritas por el neumólogo y evaluará los síntomas después de hacer un interrogatorio adecuado en el que se le pregunta sobre los antecedentes familiares, enfermedades previas, tabaquismo, etc y se lleva a cabo un examen físico.
El paciente se somete a dos tipos de pruebas. Por un lado se llevan a cabo, las pruebas de función respiratoria, principalmente la espirometría con prueba broncodilatadora, que es una prueba sencilla y fácil de hacer, en la cual, el paciente sopla a través de un tubo a una máquina capaz de medir la capacidad pulmonar y la capacidad que tiene el paciente de expirar. Esta prueba permite objetivar la obstrucción del flujo aéreo. Un segundo grupo de pruebas son las pruebas de imagen que pueden incluir una radiografía de tórax o una tomografía computarizada”.
Existen otras pruebas como la medición del volumen pulmonar o de la difusión del monóxido de carbono, que pueden estar indicadas dependiendo del tipo de paciente.
El principal tratamiento en fumadores es dejar inmediatamente el hábito. Además, se prescriben el uso de broncodilatadores que ayudan a mejorar los síntomas y mantener una buena función pulmonar. Otros tratamientos comunes son la rehabilitación, el uso de oxigeno u otros tratamientos farmacológicos, pero siempre individualizando en cada paciente.
La Dra. Yepez, insiste en que lo más importante es dejar de fumar y acudir al neumólogo si presenta algunos de los síntomas antes mencionados.