La Policía Nacional detiene a un joven de 24 años y un menor por robos en establecimientos de Dénia 

Entraron tres veces en el mismo restaurante y maltrataban a la propietaria de la vivienda donde vivían 

Una operación de la Policía Nacional ha permitido detener a dos personas implicadas en robos cometidos en establecimientos de Dénia. Se trata de un joven de 24 años y un menor, ambos de nacionalidad alemana. El hurto de una bicicleta a un niño dio inicio a una larga investigación policial. 

Agentes de la Comisaría pudieron recuperar la bici y persiguieron a los dos hombres. Uno de ellos empujó a un policía haciendo que cayera al suelo. Pero pudieron ser identificados, por lo que se localizó su domicilio, que estaba cerca de locales donde se habían producido varios robos. Algunos detalles fueron claves para establecer una relación, como por ejemplo el bolso tipo riñonera muy característico que llevaba uno de los hombres y que había sido visto por los agentes durante la investigación de un robo con fuerza cometido en un restaurante. Además, se encontraron otros indicios que los dos implicados dejaron en algunos de los comercios en los que habían robado. 

Ante esta información, se produjo un registro en el domicilio, donde se encontraron buena parte de los productos robados en seis comercios, como por ejemplo 828 cajetillas de tabaco, unos altavoces, ropa y material deportivo, dos tabletas electrónicas y un teléfono móvil entre otros efectos. En uno de los comercios llegaron a sustraer más de 3.000 euros, que no han podido ser recuperados por los agentes. Según la Policía Nacional, llegaron a robar tres veces en el mismo restaurante en un corto plazo de tiempo.  

Además, con el teléfono móvil sustraído en uno de los comercios, se intentaron realizar varias compras online cuyo idioma seleccionado para ello fue el alemán. Por otro lado en uno de los establecimientos se halló sangre que parecía provenir de una herida que se habría realizado uno de los asaltantes con un cristal roto del local. Así, se pudo averiguar que el mismo día del robo uno de los dos detenidos había acudido al hospital con una herida de corte de la que los médicos extrajeron un pequeño cristal. 

A todo ello se une el hecho de que la propietaria de la vivienda en la que estaban residiendo los denunció por haberle agredido en varias ocasiones, resaltando que eran muy agresivos con ella. Aseguró que la habían dejado encerrada en casa en varias ocasiones tras llevarse las llaves, por lo que la víctima tuvo que pedir ayuda a los vecinos por el balcón mediante una nota manuscrita por miedo a volver a sufrir una agresión. La víctima es amiga de la madre de uno de ellos y por esa razón les dejaba vivir allí.