OPINIÓN/Pepa Font, a la desesperada, miente otra vez

OPINIÓN/Pepa Font, a la desesperada, miente otra vez
  15/05/2023

Pepa Font firmó en 2011 una resolución para intentar esconder 'debajo de la alfombra' la solicitud de expropiación de la propietaria de las parcelas por las que ahora el ayuntamiento tiene que abonar 3 millones

El ayuntamiento pagó en 2019 los 700.000 € del justiprecio fijado por el juzgado

                               --------------------

Cuando se barre debajo de la alfombra durante años, tarde o temprano salen a la luz las consecuencias de esconder los problemas en lugar de solucionarlos. Éste ha sido el 'modus operandi' de la señora Pepa Font, actual candidata del Partido Popular a la alcaldía de Dénia, durante su trayectoria política, larga pero muy poco fructífera, excepto en 'muertos en el armario' que los gobiernos siguientes han tenido que ventilar.

Y hoy la señora Font ha tenido la desfachatez de salir en prensa a denunciar la "mala gestión" del actual equipo de gobierno por tener que abonar unos 3 millones de euros por la expropiación de unos terrenos, en la partida Negrals, cuyo pleito con la propiedad empezó, ni más ni menos, que en 2011, siendo Pepa Font la concejala de Planeamiento y Ana Kringe, la alcaldesa del momento.

Ambas firmaron en aquella época sendas resoluciones para intentar esconder 'debajo de la alfombra' la solicitud de expropiación de la propietaria de dos parcelas (presentada en julio de 2011). Ante la falta de respuesta municipal, la interesada insistió en noviembre pidiendo al ayuntamiento certificado de silencio administrativo y la intervención del Jurado Provincial de Expropiación para determinar el justiprecio.

En diciembre de ese mismo año, la concejala delegada de Planeamiento, Pepa Font, firmó una resolución por la que se acuerda no emitir certificado de silencio positivo y suspender el procedimiento. Y el recurso de reposición obvio de la propietaria fue inadmitido por resolución de la alcaldesa.

A partir de aquí, el recorrido judicial continuó hasta la sentencia definitiva del TSJ de 2014 que dejó sin efecto las resoluciones de Font y Kringe y conminaba al ayuntamiento a presentar propuesta de adquisición de mutuo acuerdo de los terrenos y, en caso de disconformidad, dejar la decisión en manos del Jurado de Expropiación, que finalmente valoró en 676.000 euros, a abonar por el consistorio, los terrenos que pasaron así a ser de titularidad municipal.

El pago se liquidó en 2019, ya por el actual gobierno socialista, que ahora prevé destinar estas parcelas a poner en marcha un parque agrario dedicado a la educación y la divulgación y ligado a la Ciudad Creativa de la Gastronomía UNESCO y la sede universitaria de la Universidad de Alicante.

No obstante, la propiedad volvió a recurrir y llegamos a la nueva sentencia del TSJ, de marzo de 2023, que eleva la valoración de las parcelas hasta los 3 millones de euros aproximadamente (la solicitud inicial, de 2011, las tasaba en 17 millones) al atender las razones de la propiedad respecto al tipo de cultivo y método de capitalización de rentas.

Por lo tanto, una vez más, el actual equipo de gobierno ha tenido que hacer frente a la herencia envenenada de un gobierno inepto, el pentapartito del tándem Kringe-Font, que en su afán por legitimarse después de una moción de censura con tránsfuga incluido intentó vender una imagen idílica de su acción ocultando todo aquello que podía empañarla.

Una vez más, gobernantes responsables, honestos y transparentes nos hemos hecho cargo de las 'chapuzas' que fueron sembrando quienes ni siquiera respetaron la voluntad popular.

Señora Font, si opta a la alcaldía, lo mínimo que le pedimos es un poco de memoria y mucha responsabilidad. Porque Dénia sí tiene memoria y hay cosas que no se olvidan por mucho que usted intente presentarse como savia nueva en la política local.

Cuando no se tiene programa ni modelo de ciudad, tan sólo queda sacar el ventilador. Su afán de poder es tan grande que hará lo que haga falta para volver a paralizar Dénia como ya lo hizo el 7 de julio de 2008. Pero cuidado, que el ventilador a veces salpica...

 

<<< Volver a la portada