La presentación de "150 años de música y baile en la Marina Alta" rememora la trascendencia de Mí Jardín como eje de la vida social

El acto sirve de homenaje a los conjuntos ondarenses Brujos Negros y Los Galos

La trascendencia social y musical en la comarca de espacios ondarenses de renombre como el Teatro Eslava y, sobre todo, la terraza Mí Jardín, ha sido posada de relevo en la presentación del libro 150 años de música y baile en la Marina Alta,  en la plaza de toros.

    El acto, enmarcado dentro del proyecto Ondara, joia de la cultura, ha sido introducido por el gerente de la Mancomunidad, Jovi Lozano, quien ha dado  al periodista Toni Reig y al coordinador de la publicación, Paco Carrió, después de la proyección del audiovisual que lo ha ambientado en imagen y sonido de solistas y formaciones musicales míticas tanto en el municipio como en los pueblos del alrededor. Entre ellas han destacado los conjuntos ondarenses Los Galos y Brujos Negros, a quienes la organización del acto ha aprovechado la presencia de la práctica mayoría de sus integrantes para rendir homenaje a su trayectoria ante el numeroso público congregado, que ha respetado en todo momento las estrictas medidas de seguridad establecidas por el Ayuntamiento con la supervisión del Centro de Salud Pública de Dénia. 

    “La terraza Mí Jardín, junto con la Rosaleda de Dénia y la Monumental del Verger, también conocida como la pista del Calpero, podemos decir que constituieixen el triángulo de las Bermudas de la música comarcal en los años sesenta y setenta, y aquella semilla precursora germinó para convertir en la Marina Alta en la yema del huevo de la música en directo que es en estos momentos”, ha afirmado Carrió. En esta dinámica ha calificado este volumen de investigación como un homenaje a todos los que de un uno otra manera han formado parte del mi de la música a los treinta tres pueblos que integran la Marina Alta por el hecho que, según considera “tanto que a veces se nos llena la boca alrededor de la necesidad de hacer comarca, este libro lo ha conseguido al permitir al lector rememorar la tarea de antes y ver la evolución experimentada desde aquellos pioneros al que es la realidad esplendorosa de hoy en acontecimientos como el festival Segària, el Montgorock o los fines de semana de Pedreguer”.