Dénia pedirá a la Generalitat que restaure los históricos duques de alba del puerto

  • Dénia pedirá a la Generalitat que restaure los históricos duques de alba del puerto
  • Dénia pedirá a la Generalitat que restaure los históricos duques de alba del puerto
  17/04/2024

El equipo de gobierno de Dénia presentará al pleno ordinario una moción, instando a la Dirección General de Patrimonio Cultural y a la Dirección General de Puertos de la Generalitat Valenciana, a que promueva medidas para velar por la preservación, restauración y puesta en valor de los duques de alba, elementos de alta relevancia histórica y cultural, en el contexto portuario de Dénia. La moción, que ha sido sugerida por el grupo municipal Gent de Dénia, además pide implementar el plan de actuación propuesto en un informe técnico realizado por el Área de Arqueología de Dénia.

Los duques de alba son estructuras aisladas que sirven para dar apoyo lateral y amarre a los barcos .La construcción de los duques de alba suele hacerse con base de pilotes con una losa en cabeza.

Considerando la importancia de preservar el patrimonio histórico y cultural de la ciudad, así como su relevancia para el turismo y la identidad local, la jefa del Área de Arqueología, Massu Sentí, ha actualizado un informe que recoge la historia detallada de los cuatro elementos que todavía existen a día de hoy, los duques de alba, que se encuentran entre el Club Náutico y el astillero de Noguera. Antaño, llegaron a existir hasta ocho duques, de los cuáles además un quinto ha perdido casi completamente la superficie emergida.

El informe técnico propone un plan de actuación que “permitiría la recuperación de la imagen más característica del puerto, con el rompeolas sur de fondo”. El plan incluiría: un proceso de investigación que determine el número de elementos, restitución de la forma original de los tres ejemplares conservados, construcción de los cinco duques de alba perdidos completamente, así como la incorporación de los duques de alba en un proyecto divulgativo desde el Museo del Mar. Por último, a largo plazo, el plan recomienda incorporar los elementos al discurso expositivo de un Centro de Interpretación del Puerto de Dénia.

Esta iniciativa de poner en valor el patrimonio, tiene como finalidad rescatar un elemento emblemático de la historia portuaria de Dénia, antes de que se deteriore irremediablemente. Además, la restauración de los duques de alba” sería una oportunidad para celebrar y promover la historia marítima de la ciudad, recordando su papel en el comercio internacional y fortaleciendo los vínculos con su pasado.

El puerto de Dénia, en su evolución desde un puerto natural de refugio hasta su desarrollo como puerto comercial, ha sido crucial para la historia de la ciudad. Antiguamente, se enfrentaba a desafíos como los temporales que causaban daños a embarcaciones y a la infraestructura costera. 

La construcción de rompeolas de abrigo, promovida por comerciantes locales y llevada a cabo en 1897, marcó un hito en la protección del puerto.

En 1928, Anastasio Corchón diseñó los duques de alba, cuyo objetivo era facilitar las maniobras de amarre y de atraque de las embarcaciones comerciales. El término  parece provenir de los Países Bajos españoles, relacionada con la palabra docke, muelle, y delfijn, pilón, amarraje; denominados en holandés “dukdalf”, que es pilón clavado en aguas estancas, en los cuáles los barcos tenían que amarrar de popa, con la proa anclada hacia fuera y usarse de laúdes y barcos más pequeños para hacer las labores de carga y descarga.

Estos amarres, esenciales para el funcionamiento del puerto en su época, son un testimonio tangible de la actividad comercial y marítima que caracterizó a Dénia. Asimismo, representan un legado histórico, que se remonta a la época del comercio internacional de la pasa, que representa un importantísimo capítulo en la historia económica de nuestro puerto y de nuestra ciudad.

Por tanto, la finalidad de los duques de alba era proveer al puerto de Dénia de un muelle de atraco hasta entonces inexistente, cuyas obras comenzaron en 1898. Sin embargo, se trató de un proceso lento y muy costoso, que se tuvo que retrasar en múltiples ocasiones debido a algunas adversidades naturales, y dificultades técnicas y económicas. Entre 1928 y 1932 se rematarían los diques y se construirían los muelles comerciales.

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