Estoy bueno, por lo tanto, existo

Es lo  que tienen los artistas, carta libre para interpretar la sociedad y hablar sin rodeos. El Grupo de Artistas de Benissa (GAB) no ha faltado a la cita de la Fira i Porrat y tiene una exposición en el Centro de Arte Taller de Ivars. El título oficial de la muestra es El culto en el cuerpo pero José Juan Vidal Porres, uno de los miembros del GAB, dijo en la presentación que “también se podría titular como El cuerpo espejo del mundo globalizado o Estoy bueno, por lo tanto existo, parodiando Descartes”. Y todo porque el arte, como siempre, sirve para recordarnos que todavía podemos cambiar las narrativas, tan individuales como colectivas.

            El GAB plantea la muestra como un espacio de reflexión sobre una realidad que nos afecta a todo el mundo como es la obsesión contemporánea con el cuerpo y como esta ha sido modelada, transformada y, incluso a veces, deformada por el contexto global en que vivimos. Y tanto, porque, a su entender, hoy basura de nuestra imagen un aspecto fundamental de nuestra sociedad. La necesidad de llamar la atención de los otros con exigencia, haciéndonos esclavos de “el aspectismo” personal y convirtiéndonos, a veces de forma enfermiza, en espectadores de nuestro propio yo. Sentir la presión de ofrecer un modelo de belleza que parece inabarcable para la mayoría.

            Conceptos como el aspecto (lo yo), el narcisismo y el hedonismo “son nuestra nueva religión”, según dijo Porres. Y, además, hizo mención a Nietzche porque “ya auguró la muerte de manantial y esta pérdida nos permite rivalizar, como un tipo de Prometeo moderno que roba el fuego sagrado de la vida a la divinidad”.

Con Culto en el cuerpo, el GAB nos invita a pararnos y preguntarnos cómo hemos llegado a un punto en que el cuerpo se trata como un producto más, un objeto que se amolda y consume según las tendencias del momento. Pero, que pasa con el valor del individuo que parece depender exclusivamente de cómo se ajusta a estos estándares?, se preguntan los artistas.

            Porres se refirió a la estrategia comercial que consiste a generar insatisfacción y, después, a ofrecer soluciones. La belleza que la publicidad promueve “es imposible y frustrante”, subraya. Por eso, el GAB nos invita a mirar más allá de las formas y los colores y a pensar en los mensajes que consumimos cada día. Hay que preguntarnos qué impacto tienen en nosotros, en nuestras comunidades y en las generaciones futuras.

Se trata, cuando menos, de abrir un diálogo no solo sobre el culto en el cuerpo sino sobre aquello que significa ser humano en un mundo globalizado. Arte en estado puro porque quiere ser motivo de inspiración, de provocación y, incluso, de reflexión. Las obras que configuran la muestra están hechas con diferentes técnicas y corresponden a Teresa Iborra, Encarna Soler, Isa Navarro, Gloria Aguilar, Marga Cano, Maria José Soler, Vidal Porres, Rita Rae Mertens, Yolanda Giménez, Michelle Howlett, Josseline Minet, Mireille Vetterli, Olga Skurdina y Pepa Giner, con la colaboración del alumnado del instituto Josep Iborra.

            La exposición se puede visitar hasta el 15 de febrero, de martes a sábado de 18 a 20,30 horas.