Agudizar el ingenio en tiempos de pandemia
DÍDAC VENGUT
La nueva realidad condicionada por el COVID-19 nos ha hecho sacar lo mejor de cada uno para adaptarnos a unos protocolos de acción convertidos en normas vitales. Y, al mismo tiempo, el virus ha creado una serie de nuevas necesidades para hacer posible la convivencia con él, primero a regañadientes y a marchas forzadas y, con el paso de los meses, lo extraordinario ha pasado a ser cotidiano. No hay más que recordar los miles de personas confeccionando mascarillas de tela en sus casas, empresas ideando pantallas de protección y el abanico de actividades de todo tipo desarrolladas en los balcones para salir de la rutina del confinamiento. La pandemia nos ha hecho reinventarnos en una especie de revolución que se estudiará en los libros de historia.
La capacidad del ser humano no sé si es infinita pero sí sorprendente muchas veces. Los hay que aprovechan esta necesidad para hacer de su capa un sayo y agudizan el ingenio para cubrirla y sacar provecho. Una empresa de Benissa, Grupoginestar, ha patentado la UPSY Wall Box, una caja de esterilización de objetos personales, y una funda de protección que darán mucho de qué hablar, ya que ofrecen soluciones rápidas y sencillas para el día a día en tiempos de pandemia. Para curarse en salud, las dos propuestas han pasado por la Oficina Española de Patentes y Marcas y cuentan con certificados de laboratorios de microbiología, como debe de ser.
La UPSY es el acrónimo de Ultraviolet Protection System y ha sido ideada por Francisco Javier Ginestar. Todo son ventajas porque es fácil de usar, de montar y de cargar. En apenas cinco minutos tienes todos tus objetos personales libres de virus gracias a su alta capacidad germicida, hasta un 99,9%. Este dispositivo destruye bacterias y virus como el coronavirus, el colibacilo y la clamidia. No necesita toma de corriente eléctrica solo una toma de carga micro USB, con un voltaje de entrada DC5V, y, por tanto, lo puedes cargar como si fuera un teléfono móvil. Lleva incorporada una batería de litio de larga duración, la caja es totalmente personalizable y permite una gran variedad de acabados.
La UPSY Wall Box está pensada para esterilizar, de manera rápida y segura, todos los objetos personales de uso diario. Desde las gafas, las llaves y los relojes hasta los smartphones, el móvil, las joyas y, por supuesto, las mascarillas. Su tecnología está basada en unas lámparas de desinfección germicida ultravioleta del grupo C –el mismo que se utiliza en los hospitales- equipadas con un sensor de movimiento y esterilización temporizada LED. Y no necesita obras, tan solo un simple sistema de colgado en la pared.
El segundo invento son unas fundas de protección de un solo uso para cubrir los asientos del transporte público. En uno de sus numerosos viajes, Ginestar observó que mucha gente utilizaba la típica toallita de manos que te dan cuando subes a un avión para limpiar el asiento “porque no se fían de quién se ha sentado antes”, subraya. Las fundas están hechas con fibras de polipropileno reciclables al 100% que se adaptan perfectamente al contorno de los asientos y, por tanto, son muy rápidas de poner y de quitar, en apenas 20 segundos. Cubre no solo el asiento sino también los brazos y la mesa.
Se trata, sin duda, de un sistema de protección sencillo por el que ya se han interesado compañías aéreas de Centroamérica, Sudamérica, Estados Unidos y España. Además, una red de cines de Corea quiere cubrir sus butacas con estas fundas y una compañía de taxis en Panamá, con más de 50.000 vehículos, ya ha pedido presupuesto, según nos cuenta Ginestar.
“LA PANDEMIA NOS HA HECHO PENSAR”
Desde el inicio de la crisis sanitaria se marcaron unos protocolos de actuación que, en general, hemos seguido todos. Uso de la mascarilla, lavarse las manos con abundante jabón, utilizar gel hidroalcohólico, mantener la distancia social de seguridad, etc. Pero, ¿qué pasa con los objetos personales que llevamos encima y pueden traer consigo el virus? Ginestar comenta que “al final las cosas surgen porque tú también las necesitas. La pandemia nos ha hecho pensar”.
Estas dos propuestas han surgido en Benissa pero tienen una perspectiva mundial y es cierto que, en muchas ocasiones, lo más sencillo triunfa. Ginestar tiene esa visión porque asegura que “nosotros, como valencianos, tenemos que ser luchadores, como si fuésemos vikingos, y negociantes, como si fuésemos fenicios”. Una forma de definirnos, como mínimo, curiosa y, a la vez, ingeniosa “fruto de que tengo 58 años y mucho recorrido. Todo está basado en la experiencia y son ideas nacidas dentro del sector en el que trabajamos, la fabricación textil y la decoración”, indica. El centro de su actividad está en China, con una gran fábrica en Hong Kong en la que fabrican todo tipo de telas, cortinas, toallas, sábanas, uniformes y, con la llegada de la pandemia, mascarillas y EPIS.
Grupoginestar tiene una sección dedicada al establecimiento hotelero para equiparlo de cortinas, colchones, mobiliario, etc. Tienen dos hoteles en las Islas Canarias, uno en Lanzarote y otro en Tenerife, y su idea es colocar una UPSY Mail Box en todas las habitaciones “para ofrecer a los clientes un sistema efectivo de desinfección y darles seguridad. Puedes colocar desde la misma llave de la habitación hasta un bolígrafo o la cartera, por decir algo”, insiste Ginestar.
Siempre se ha dicho que los que no arriesgan, no ganan. Ginestar sí que lo ha hecho y ya hace dos décadas que decidió “mudarse” a Asia para progresar y sacar su negocio hacia delante. “Todo esto es posible gracias a que asumes un riesgo, ves y experimentas muchas cosas. Sería desarrollar, por decirlo de algún modo, la parte fenicia de la que hablamos antes”, subraya. En su caso, riesgo e ingenio van de la mano porque, según nos avanza, una red de zapaterías quiere utilizar la UPSY Mail Box para desinfectar los zapatos que se prueban los clientes antes de guardarlos de nuevo en las estanterías. Y seguro que saldrán muchos más usos. El arte de inventar desde Benissa para todo el mundo.